La negociación sobre el ERE de Bankia permanece encallada y la entidad no parece dispuesta a ceder ni un ápice en su voluntad de llevar a cabo un ERE que prevé hasta 6.000 salidas en la entidad nacionalizada. De hecho, los sindicatos aseguran que en la última reunión, celebrada este miércoles, la dirección del banco se ha mostrado muy poco dispuesta negociar e incluso ha 'endurecido' su posición. Por ello, las centrales amenazan con incrementar sus protestas y movilizaciones e incluso convocar jornadas de huelga. Por lo pronto, y según ha explicado a Público el responsable de Banca de UGT, Sebastián Moreno, los trabajadores de las entidades nacionalizadas afectadas por expedientes de regulación de empleo en el marco de la reestructuración del sector financiero –en concreto los de Bankia y NovacaixaGalicia– llevarán su protesta a la calle el próximo miércoles 23 de enero. Las centrales tienen previsto reunirse este jueves para acordar un calendario de movilizaciones.

'La empresa ha endurecido su posición. De hecho, está tratando de convertir en permanentes recortes que hasta ahora tenían fecha de caducidad en 2015. Es todo lo contrario a una posición negociadora', ha aseverado Gabriel Moreno, secretario general de CCOO en Bankia. Según los sindicatos, el banco no está dispuesto a aminorar la cifra de despidos e incluso en su nueva propuesta sugiere endurecer las condiciones sociales y bancarias de los empleados. 'Pretenden reducir las aportaciones a planes de pensiones, las condiciones para acceder a financiación o recortar en capítulos de las coberturas de riesgo por invalidez o fallecimiento', ha detallado Moreno. No obstante, los sindicatos aseguran que el banco no ha detallado exactamente en qué consistirían unas medidas con las que, aseguran, no se reduciría el número de despidos. 

Además de los 4.900 trabajadores que previsiblemente se verán afectados por el ERE, Bankia recortará otros 1.000 empleos de entidades vinculadas, mientras que otros 100 trabajadores serán cedidos a IBM, gracias a una alianza con la que esta compañía prestará servicios tecnológicos al banco durante 10 años. Para estos empleados, el banco mantiene su oferta de 22 días de indemnización por año trabajado con un tope de 14 mensualidades y un recorte del 40% en la retribución sobre las partes variables del salario, es decir, los bonus que dependen de la productividad o los beneficios. Fuentes sindicales han señalado que esta es una propuesta 'tramposa', pues la indemnización de los trabajadores que tardaran algunos meses en salir se calcularía con un salario ya recortado, lo que mermaría su retribución hasta, en la práctica, llevarla a límites inferiores a los que marca la actual reforma laboral puesta en marcha por el PP en febrero de 2011.

Bankia mantiene una postura hermética en este proceso y fuentes de la entidad se han limitado a decir que la posición de partida es 'negociar' y que el objetivo es que se produzca el menor número de despidos posible.