El tráfico y el televisor del vecino son los ruidos que más molestan a los españoles, con un 18 y un 7%, respectivamente, según un estudio elaborado de cara al Día Mundial de la Concienciación contra el Ruido, que se celebra el 29 de abril, un fenómeno grave en España, el segundo país más ruidoso, tras Japón.

Este estudio, elaborado por los laboratorios GAES, señala que en las últimas décadas los niveles de ruido en España se han incrementado de 'forma alarmante' y se calcula que más de nueve millones de personas soportan cada día unos niveles medios de ruido que superan el límite aceptable, fijado en 65 decibelios (dB) por la Organización Mundial de la Salud.

Así, el ruido doméstico en los hogares españoles es comprensible, a juicio de los expertos encargados del estudio, si se tiene en cuenta que el sonido que emite un televisor a un volumen elevado alcanza los 75 dB y que según el INE un 30% de las viviendas en España sufren problemas de contaminación acústica, se explica en una nota de prensa.

En la calle, estos niveles aumentan, ya que el sonido de la circulación o de las obras puede alcanzar los 130 dB, el equivalente a un motor reactor.

La OMS señala que España ocupa la segunda posición en el ránking de países más ruidosos del mundo tras Japón, ya que de hecho un 30% de los españoles califica su ciudad como bastante ruidosa y un 14%, como muy ruidosa.

Junto a las molestias generadas por el tráfico y los televisores, los ciudadanos señalan como otras fuentes de ruido las sirenas (6%) y las obras del vecindario (2%).

Con motivo del Día Mundial contra el Ruido, GAES Centros Auditivos ha puesto en marcha la jornada Brigadas contra el ruido, una iniciativa que se desarrolla en varias ciudades españolas, con el objeto de lanzar un mensaje de concienciación entre la población.

La contaminación acústica puede causar importantes problemas de salud, como aumento de las pulsaciones, estrés, dolor de cabeza o insomnio, hasta un mayor riesgo cardiovascular, hipertensión, úlceras o una pérdida auditiva, tras una exposición continuada a niveles superiores a los 90 dB.

GAES indica que un secador de pelo o una calle de tráfico intenso tienen un nivel de ruido de 90 dB; un claxon o el metro alcanzan los 90 dB; una sirena los 100 dB; a los 110 dB llega un reproductor de MP3 a un volumen alto, una discoteca o un bebé llorando; los asistentes a un concierto de rock sufren 120 dB; los espectadores de una carrera de coches los 130 dB; a 140 dB el despegue de un avión a 25 metros, y a 150 dB el ruido del estallido de un petardo.

Aunque tradicionalmente los problemas de audición se han asociado a la edad, en los últimos años, debido al estilo de vida, cada vez son más los jóvenes que sufren problemas auditivos, y estudios recientes apuntan que en 30 años los jóvenes de hoy tendrán problemas graves de oído.