Este artículo se publicó hace 14 años.
Treinta y cinco muertos y 73 heridos en explosión en boda en Kandahar
Al menos 35 personas han muerto y otras 73 resultaron heridas en una explosión ocurrida durante una boda en la provincia de Kandahar, en el sur de Afganistán, según informó hoy una fuente oficial citada por la agencia afgana AIP.
El suceso tuvo lugar entrada la noche en el pueblo de Nagahan, situado en el distrito de Arghandab, relató el jefe de la administración de Kandahar, Muhammad Anas.
Según un residente de la zona, la explosión ocurrió durante la ceremonia de boda de un hijo del jefe de una compañía de seguridad que presta sus servicios a los convoyes logísticos de las tropas extranjeras desplegadas en el país.
Algunas fuentes afirmaron que se trató de un atentado suicida, pero Muhammad Anas dijo aún desconocer qué causó la explosión, y los talibanes no han reivindicado por el momento la autoría de los hechos.
Varios de los fallecidos murieron después de ingresar en el hospital de Kandahar, donde algunos heridos se encuentran en estado crítico, dijo a AIP una fuente del centro sanitario.
Los talibanes dieron por iniciada el pasado 10 de mayo una campaña denominada "Al-Faath" ("Victoria"), y desde entonces han protagonizado varios ataques de entidad contra bases de las tropas extranjeras desplegadas en Afganistán.
Sin embargo, la milicia insurgente también incluyó entre sus objetivos a las compañías logísticas o implicadas en tareas de reconstrucción, y a "todos aquellos", dijeron, "que apoyen o trabajen por el fortalecimiento del dominio extranjero".
Las tropas internacionales presentes en Afganistán llevan meses preparándose para una intensa campaña en Kandahar, que es uno de los focos más conflictivos de Afganistán y un tradicional bastión de los insurgentes talibanes.
Las milicias han recurrido en el pasado a ataques suicidas o acciones de comandos, pero suelen hostigar a las tropas afganas y extranjeras con tácticas propias de las guerrillas tradicionales, como el emplazamiento de bombas camineras o las emboscadas.
En los últimos cinco días han perdido la vida en Afganistán 23 soldados extranjeros, cuatro de ellos por el derribo de un helicóptero en la vecina provincia de Helmand y los demás por explosiones de bombas y tiroteos.
A falta de confirmar la autoría de la explosión de anoche, el suceso ha tenido lugar menos de una semana después de la celebración de la "jirga de la paz", un cónclave de líderes tribales y administrativos afganos para buscar el fin a la guerra en el país.
La "jirga", una iniciativa del presidente, Hamid Karzai, aprobó un plan de este para lograr la paz con los talibanes, y apoyó una amnistía parcial para los insurgentes que abandonen las armas.
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