Tres indignados de vacaciones

¿Qué esperas de este viaje?

Laura: “En primer lugar, contribuir a la difusión del movimiento 15-M. También que sea una experiencia de aprendizaje y crecimiento. Y tener presente el proyecto de La Barraca de Lorca para expandir el arte y hacer cosas bonitas”.

Ana: “Espero ampliar mi tolerancia y mi generosidad y compartir de manera colectiva. También aprender: hay una bibliografía sugerida (‘Un mundo feliz’, ‘La voz dormida’...). Y por supuesto, espero pasármelo bien”.

Gabriel: “Lo que esperas de la vida: que te sucedan cosas, tener experiencias, que tu vida sea dinámica, intensidad... Y de esta forma, apoyar todas las acciones que hemos proyectado en el camino”.

¿Hay algo imprescindible que lleves en la mochila?

Laura: “La generosidad. Y muchos libros: desde juegos cooperativos hasta ensayos como ‘Luz en la selva’, de Enrique Pichón-Riviere, o ‘La edad de oro’, libro de poemas de José Martí”

Ana: “Ilusión y una apuesta por el sí puede suceder, y voy a hacer porque suceda. El 15-M no se detiene en verano, sino que continúa y va a más”.

Gabriel: “No hay nada dentro de mi mochila que no sea prescindible. Todo lo que necesito para esto soy yo. Lo que necesito son las ideas que estamos trabajando. Y también un vacío para que quepan más cosas”.

¿Qué significa para ti el 15-M?

Laura: “Abarca muchos planos. Es un movimiento de gente indignada que cuestiona el sistema político, pero también incide en el plano humano: quiere recuperar la humanidad que somos. Y hacerlo juntos y con sentido”.

Ana: “Una oportunidad para revisar conciencias individuales y para reformular sistemas y dinámicas sociales, políticas, económicas y filosóficas a nivel mundial”.

Gabriel: “El momento del cambio: ha sucedido algo, hay algo que antes no sucedía y ahora sí. La gente se mueve, ha sido consciente de que hay que hacer algo, que nos han impuesto un mundo que no juega a nuestro favor”.