El tribunal asegura que la cadena de custodia no se rompió en ningún momento

El tribunal que juzgó los atentados del 11-M asegura en su sentencia que la cadena de custodia de los efectos recuperados en los diversos escenarios de los atentados -que garantiza la validez de las pruebas para el juicio oral-, no se rompió en ningún momento.

"No hay indicio alguno de un deficiente control de los efectos que, en todo momento, estuvieron bajo custodia de funcionarios policiales determinados o fácilmente determinables", sostiene el tribunal, que asegura que tampoco hay duda razonable sobre la autenticidad de la "mochila de Vallecas", que contenía un artefacto explosivo, ni sobre su procedencia, la estación de El Pozo.

Los magistrados subrayan que varias defensas alegaron que no se había acreditado la cadena de custodia de la mochila, de modo que podía haber sido puesta por cualquiera, pero destacan que las partes "ni aportan ese mínimo indicio ni hacen declaración explícita de falsedad de la prueba" y que se limitan a insinuar que 'pudo ser puesta' ahí en tiempo y modo indeterminado por persona desconocida".

En la sentencia, de 721 folios, el tribunal estima que no se rompió la cadena de custodia ya que los agentes que recogieron todos los efectos en la estación de El Pozo "no pierden de vista" los objetos "en ningún momento" hasta que los trasladan al pabellón de IFEMA, donde quedaron custodiados y guardados en bolsas cerradas, y luego a la Comisaría de Puente de Vallecas.

Señalan además que existió una "orden homogénea y general" sobre qué hacer con los objetos recogidos en los distintos lugares de los atentados ya que, excepto los de la estación de Santa Eugenia, los de la calle Téllez y los de las estaciones de El Pozo y Atocha fueron llevado directamente a IFEMA.

No obstante, califican de "extravagante" el periplo que recorrieron los efectos, pero subrayan que se trata de un caso de "descoordinación y mala transmisión" de la información que, a su juicio, debe corregirse en el futuro pero que es comprensible teniendo en cuenta las circunstancias de aquel día y la prioridad absoluta que se dio a la identificación de los cadáveres.