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Trichet apoya a Grecia y descarta un riesgo de impago de la deuda griega

EFE

El presidente del Banco Central Europeo (BCE), Jean-Claude Trichet, apoyó hoy a Grecia y descartó un riesgo de impago de la deuda griega en un momento en el que los mercados financieros desconfían de la capacidad de Grecia de refinanciar su deuda y solucionar sus problemas.

En una tensa rueda de prensa -tras la reunión del consejo de gobierno del BCE-, Trichet consideró que el compromiso del Gobierno griego de reducir su déficit fiscal es "muy serio".

"No tengo motivos para considerar que el programa no se va a implantar rigurosamente", dijo Trichet, al tiempo que destacó que para ello es clave que Grecia aplique las reformas que ha anunciado.

Tras decidir mantener los tipos de interés en el 1 por ciento, Trichet aplaudió la intervención del Fondo Monetario Internacional (FMI) para ayudar a Grecia e hizo hincapié en que es necesario que participen en el proceso los gobiernos de la zona del euro.

El presidente del BCE afirmó que la entidad monetaria europea ha estado siempre a favor del apoyo del FMI, pese a que algunos miembros del consejo de gobierno se expresaron en contra.

Trichet enfatizó que el BCE se oponía a la intervención del FMI en solitario sin contar con los gobiernos de la zona del euro y el propio BCE, ya que el área euro es una Unión Monetaria y Económica.

Al ser preguntado si ha llegado el momento de activar el mecanismo de ayuda a Grecia de la Unión Europea (UE), por el que Europa garantizará más de la mitad de los préstamos y el FMI el resto, Trichet dijo que es algo que debe decidir el gobierno griego.

La falta de claridad de las condiciones exactas del plan ha creado incertidumbre en los mercados financieros esta semana y ha disparado el diferencial de la rentabilidad del bono griego a diez años con el alemán y el precio de los seguros de impago de deuda (Credit Default Swap-CDS).

El diferencial del bono griego a diez años frente al alemán ha subido 100 puntos básicos hasta 425 puntos básicos, según cifras de Commerzbank.

El Gobierno griego necesita hasta finales de mayo más de 10.000 millones de euros y los mercados financieros no ven muy claro de dónde va a conseguir el dinero

Además, el euro se ha depreciado hasta 1,3281 euros por dólar ante la posibilidad de que el déficit fiscal griego sea más elevado de lo que se preveía hasta ahora y la falta de claridad respecto a Grecia.

Trichet rehusó comentar los recientes movimientos en los mercados financieros.

Confirmó hoy que aceptará en 2011 como garantía para prestar dinero a los bancos comerciales activos con una calificación de crédito baja, pero les aplicará un descuento mayor, por lo que apoya a Grecia, pero a un precio mayor.

El consejo de gobierno decidió mantener la calificación de crédito mínima de los activos que aceptará como garantía en sus operaciones de refinanciación en "BBB-/Baa3" hasta más allá de finales de año, excepto para los bonos de titulización de activos (ABS-Asset-Backed Securities).

Antes de la crisis financiera, el BCE sólo aceptaba como garantía activos con una calificación mínima de "A-".

El economista jefe del Commerzbank, Jörg Krämer, consideró que la decisión del consejo de gobierno significa que el BCE aceptará como garantía bonos griegos incluso si las agencias de calificación de riesgo continúan bajando su rating de crédito.

"Esto es obviamente una reacción a la crisis de Grecia", según Krämer.

No obstante, Trichet hizo hincapié en que la medida es válida para todas las operaciones de refinanciación privadas y públicas y no está hecha para Grecia dadas las dificultades financieras que atraviesa y con el fin de facilitar la financiación de los bancos griegos, que a su vez son los principales compradores de deuda griega.

La debilidad de la recuperación de los países periféricos de la zona del euro (Grecia, Portugal y España), es también una razón por la que el BCE dejará inalterados en el 1 por ciento los tipos de interés más allá de finales de 2010, prevén los mercados.

El Banco de Inglaterra mantuvo hoy su tipo rector en el 0,5 por ciento y Japón lo dejó ayer inalterado en el 0,1 por ciento.

Sin embargo, Australia subió esta semana el tipo de interés un cuarto de punto hasta el 4,25 por ciento por la recuperación del mercado laboral e inmobiliario.

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