"Los turistas llegan, pero se van a sus pisos no a hoteles"

Su grupo turístico, que incluye Air Europa, los hoteles Oasis, Halcón Viajes, los negocios Pepe (Pepecar, Pepephone, etc.) y Groundforce, es un ejemplo (en su caso, de éxito) de la labor del veterano empresario turístico.

Tras 40 años en el sector, ha visto pasar ante sus ojos hordas de suecas rompiendo en biquini los esquemas de la España de los sesenta; hoteles surgiendo como setas en el litoral en los setenta y ochenta; y, ya en los noventa y principios del siglo XXI, dinero a espuertas para proyectos de segunda residencia en la costa. Y ahora: la crisis. Juan José Hidalgo, presidente de Globalia, ha doblado el beneficio en el peor año para el turismo español.

¿Cómo ha ido el año fiscal, que Globalia cierra en octubre?

Daremos los datos oficiales en unos días, pero creo que duplicaremos los beneficios (estarán en torno a 40 millones de euros) mientras la facturación bajará entre un 10% y un 20%.

¿Eso cómo se consigue?

Ajustando costes. Nuestro grupo factura unos 3.300 millones al año, así que hay muchas cosas en las que ahorrar. Se hizo un ajuste de 15 o 20 millones en todo lo superfluo como publicidad estática, fiestas, Fitur, regalos...

¿Cómo se presenta 2010?

Air Europa fue la más beneficiada del grupo en 2009, pero creo que es la que más va a sufrir en este, porque el combustible incide mucho en la cuenta de resultados y desde noviembre cuesta un 20% más.

¿No han asegurado bien el precio?

Es el pez que se muerde la cola. Comprando a largo plazo hay que pagar un 15% más y a lo mejor baja el precio del petróleo y lo pierdes. Hemos hecho muchas operaciones de seguro, pero todavía no tengo referencia de si lo hicimos bien o no.

¿El ajuste del sector aéreo irá mucho más allá?

Hay demasiada oferta. Somos demasiados operando y eso genera un problema de productividad, que baja además por las ofertas.

¿Volverán a volar a China?

Si un día cambia todo, los sistemas de visado, etc., no voy a decir que no, pero hoy no está en nuestros objetivos. Este año vamos a abrir tres rutas: Lima, Miami y Panamá.

¿Cómo ve lo de Iberia con British Airways, teniendo en cuenta que Globalia intentó opar a la española?

Tengo todavía mis interrogantes. Ya veremos cómo sale.

Las agencias Halcón Viajes suman oficinas mientras en España se cierran más de cien al mes. ¿Cómo van sus planes de crecimiento?

Sumamos franquicias muy rápidamente. Ya hemos incorporado entre 60 y 70 desde que lanzamos nuestro plan y tenemos el compromiso de incorporar otras 100 a partir de marzo. Tenemos 1.400 oficinas en este momento y, para terminar 2010, estaremos cerca de 2.000.

¿Cuántas agencias de viajes pueden desaparecer en España?

Cuando yo abrí la oficina de Salamanca, en 1971, había en la ciudad dos agencias: Viajes El Mar y Viajes Monterrey. Hoy hay 67. Así de desproporcionado es todo. Pero muchas que resistirán porque en este país las agencias reciben una alta comisión del turoperador, un 6% más que en Europa y un 10% más que en Estados Unidos. Esa comisión desmesurada, que no existe en ningún otro sitio, es lo que permite que sobrevivan.

¿Se plantearían adquirir en propiedad un grupo de agencias como Marsans, ahora que las dificultades lo pueden poner barato?

No se puede hablar cuando un árbol ya está caído, pero Marsans no me interesa. Lo que puedo decir al respecto de su situación es que tenemos controlados los riesgos operativos con el grupo Marsans. Mientras se controlen los riesgos de los servicios que se contrapresten nuestros dos grupos, estoy tranquilo.

¿Tampoco les interesa Mundicolor (del mismo grupo)?

No. Estamos buscando un touroperador español de largo radio, que trabaje donde no estemos, como los países del Este, India y China.

¿Y en venta, tienen algún área?

Ahora mismo no hay ninguna que tenga pérdidas ni queramos quitar. Pepemóvil ha costado implantarlo, pero ya está llegando al equilibrio.

¿Cómo está Pepe, en general?

Toda esa área de negocio ha hecho mucho ruido. Se ha creado mucha imagen pero desde luego no ha dado rentabilidad. Las inversiones de todas sus marcas las ha soportado el grupo. Ahora no pierde dinero. Pepecar está funcionando muy bien, Pepetravel se va a integrar en Halcón, Pepephone está creciendo... En cualquier caso, el bajo coste no tiene sentido. Las cosas hay que venderlas por su precio. En aviación, desde luego, no hay bajo coste. Un 90% del coste está impuesto. Puedes ahorrar en personal, pero si la nómina de una compañía como Air Europa está entre el 15% y el 20% de la facturación, por mucho que quieras ahorrar consigues el 5%. Eso no permite hacer ofertas un 50% más baratas. Las aerolíneas de bajo coste han sobrevivido gracias a las comunidades autónomas, a las ayudas públicas. Pocas están resistiendo.

¿Ha superado Oasis, el área hotelera del grupo, la crisis que generó la gripe A en México?

Ha sido un año difícil. En abril teníamos diez hoteles a tope en México y de la noche a la mañana hubo que cerrar ocho. Teníamos un avión diario a Cancún y hubo que cancelarlo. Y la zona no se ha recuperado. Santo Domingo y Cuba han ido bien pero Baleares, Canarias y el sur de España están flojos. El negocio está muy estancado.

¿Qué culpa tiene de la situación la sobreoferta?

Se han hecho tantas urbanizaciones en España, tanta segunda vivienda, tanto campo de golf. Siguen llegando los turistas pero en lugar de ir a los hoteles van a sus pisos y, si no los utilizan ellos, lo hacen familiares.

¿Cuánto han bajado los precios en sus hoteles en 2009?

Al menos, entre un 15% y un 20%.

Usted ronda los 70 años, ha convertido Globalia en un gigante después de empezar transportando viajeros entre Salamanca y Suiza. Sus hijos están integrados en el grupo. ¿Piensa en el relevo?

Mientras tenga salud y me encuentre con fuerzas, como lo que me gusta es trabajar, voy a seguir trabajando. Los asuntos están delegados, las sociedades tienen sus consejos de administración, hay un control colectivo por parte de un consejo del que soy presidente pero no hay protagonismo de unos u otros, aunque yo tenga más responsabilidad.