Este artículo se publicó hace 13 años.
Turquía suspende las relaciones políticas y militares con Francia
Turquía ha suspendido las relaciones políticas y militares con Francia en respuesta a la aprobación hoy por el Parlamento francés de una ley que castiga con pena de cárcel y una cuantiosa multa la negación de la matanza de armenios por el imperio otomano, en 1915, por considerarla un genocidio.
El primer ministro turco, Recep Tayyip Erdogan, anunció la medida en una rueda de prensa, en la que definió como "injusta, racista, discriminatoria y hostil hacia Turquía" la ley francesa, que prevé multar con 45.000 euros y un año de cárcel a quien niegue el carácter de genocidio al exterminio armenio ocurrido en 1915.
Erdogan confirmó la llamada a consultas a su embajador en Francia, Tahsin Burcuoglu, quien confirmó en rueda de prensa en París que volaría mañana a Ankara y que ignoraba si regresaría pronto a la capital gala.
El primer ministro turco anunció la cancelación inmediata de todas las actividades políticas bilaterales, tales como proyectos educativos, intercambio de personal, seminarios y cursos.
A partir de ahora, Turquía no participará en ningún proyecto de hermanamiento con Francia en el marco de la Unión Europea y suspenderá todas las consultas políticas, así como las actividades militares y las maniobras conjuntas, detalló.
Erdogan precisó que se ha cancelado el permiso genérico anual para vuelos militares franceses sobre territorio turco, y que cada vuelo deberá requerir un permiso específico.
En la misma línea, el primer ministro turco anunció que se rechazará toda solicitud de los navíos militares franceses para atracar en puertos turcos hasta nuevo aviso.
Se anulará un encuentro económico bilateral, previsto para enero próximo, que iba a ser presidido por los ministros de Economía de Turquía y Francia.
Se trata sólo de la "primera etapa" de medidas, aseguró Erdogan, ya que seguirían una segunda y tercera fase, si Francia persevera en su intento de implantar la ley, que aún tiene que pasar por el Senado.
La ley es "una interferencia desacertada e injusta que condenamos rotundamente; no nos podemos quedar callados ante algo tan premeditado", dijo.
"Pensaba que en Francia había libertad de expresión, pero resulta que no, no la hay", remachó Erdogan.
"Estamos orgullosos de nuestra historia, en la que no hay genocidios. Abrimos nuestros archivos y pedimos que los abrieran todos, para que los académicos, políticos e historiadores puedan estudiar (lo que pasó en 1915)", aseveró.
El primer ministro de Turquía subrayó lo "significativo" de que la aprobación de la ley hoy coincidiera con el aniversario del asesinato de un diplomático turco en París, en 1979.
El agregado de Turismo de la embajada turca, Yilmaz Çolpan, fue asesinado a tiros el 22 de diciembre de 1979 por miembros de la organización terrorista armenia ASALA.
Erdogan subrayó que sólo estaba presente en el hemiciclo francés un 10% de los 577 diputados y concluyó que la votación "conllevaría graves heridas, difíciles de curar" en las relaciones bilaterales.
Las medidas dificultarán una posición común de ambos países respecto a la situación en Siria.
Al terminar su intervención, Erdogan agradeció su postura a los diputados franceses que votaron en contra y expresó su esperanza de que el sentido común acabara por imponerse antes de que la ley se firmara y se diesen pasos "irreparables".
La polémica ley, aprobada hoy está dirigida al "genocidio" armenio, reconocido como tal en Francia desde 2001, ya que la negación del Holocausto judío ya se castiga desde 1990.
El Gobierno turco interpreta la ley, que aún tendrá que pasar por el Senado antes de entrar en vigor, como un acto hostil dirigido contra Turquía, que considera las matanzas de armenios como lamentables excesos ocurridos durante la I Guerra Mundial, pero no como genocidio.
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