Este artículo se publicó hace 14 años.
La UE aprueba una ayuda inferior a 100.000 millones
Reino Unido aportaría 11.000 millones en un préstamo bilateral
Por segunda vez en poco más de seis meses, los ministros de Economía de la zona euro se reunieron por sorpresa para rescatar a uno de sus socios. Tras salvar del desastre a Grecia en mayo con 110.000 millones, los países del euro, junto a Reino Unido y Suecia, acordaron acudir al auxilio del Gobierno irlandés, incapaz de lidiar con su sector bancario. La cifra total del préstamo no fue decidida ayer, sino que será fruto de las negociaciones en las que participan el Gobierno de Brian Cowen, el Banco Central Europeo (BCE), la Comisión y el Fondo Monetario Internacional (FMI), que también contribuirá con sus propios fondos. El total será "menos de 100.000 millones de euros", según aseguró Didier Reynders, ministro belga de Finanzas, que dirigió una de las reuniones, celebradas por teléfono. Los cálculos de Dublín indican que sus bancos necesitan como mínimo unos 50.000 millones para superar la burbuja inmobiliaria. Pero la cifra se quedó ayer obsoleta. El rescate no sólo inyectará capital a los bancos, sino también en las cuentas públicas, según un comunicado de última hora de la noche.
Reino Unido, cuya banca tiene una exposición significativa a la deuda irlandesa, aportará unos 11.000 millones de euros, según informó ayer la cadena británica BBC. Suecia se mostró también ayer dispuesta a "considerar un préstamo bilateral" por sus relaciones económicas con Irlanda.
Es el segundo rescate europeo, tras el de Grecia, en seis meses
A cambio de la solidaridad europea, Irlanda tendrá que aplicar "de manera decisiva" un programa de recorte del déficit hasta reducirlo en 15.000 millones en cuatro años. La UE le exigirá, además de sanear sus cuentas públicas, "reformas estructurales" para evitar crisis en el futuro. El sector bancario se beneficiará de un "fondo para posibles y futuras necesidades de capital", pero Dublín tendrá que adelgazarlos con una "reestructuración y desapalancamiento". En otras palabras: el sector bancario que creció hasta convertirse en un monstruo que ha puesto en riesgo a la moneda única tendrá que reducir su deuda y armazón.
La ayuda se canalizará paralelamente a través de tres instrumentos creados en mayo para proteger al euro. Por una parte, los países del euro contribuirán con el fondo de 440.000 millones, a los que se suma la disponibilidad de 60.000 millones del presupuesto de la UE y 250.000 millones del FMI.
El BCE, sostén hasta ahora de la banca irlandesa, respaldó la ayuda "para salvaguardar la estabilidad financiera" de la UE y la eurozona. El FMI dijo estar listo para dar un crédito plurianual a Irlanda.
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