Este artículo se publicó hace 15 años.
La UE habla de una nueva era al entrar en vigor Lisboa
La Unión Europea saludó el martes el inicio de una nueva era con la entrada en vigor del Tratado de Lisboa, con el que los Veintisiete esperan convertirse en un actor con más fuerza en el panorama internacional.
El tratado, que también pretenden agilizar la toma de decisiones en la UE, crea un presidente estable del Consejo Europeo y aumenta las competencias de su encargado de política exterior. El objetivo: dar a la Unión una fuerza política que iguale su peso económico.
"Hoy empieza una nueva era de cooperación europea", declaró en un comunicado el primer ministro sueco, Fredrik Reinfeldt, cuyo país tiene la presidencia semestral rotatoria hasta final de año.
"Hoy la UE es una fuerza a la que hay que tener en cuenta, tanto económica como políticamente", añadió.
La británica Catherine Ashton empezó a trabajar inmediatamente, relevando a Javier Solana. El primer ministro belga, Herman Van Rompuy, asume su cargo de presidente del Consejo Europeo el 1 de enero, cuando España ocupe la presidencia semestral.
Pero los cambios del tratado no se dejarán notar de manera inmediata, y la UE pugna por aumentar su peso ante potencias emergentes como China, que ha incrementado su influencia durante la crisis económica global.
Aunque la Unión es una importante asociación política y comercial que representa a casi 500 millones de habitantes, sus dirigentes se han enfrentado en numerosas ocasiones durante los ocho años que se ha prolongado el proceso de negociación y ratificación de Lisboa.
El acuerdo sobre Ashton y Van Rompuy se alcanzó en el último minuto, y sus críticos dicen que los dos elegidos, que son poco conocidos incluso en la UE, despierta dudas sobre cómo la Unión va a aumentar su perfil internacional.
"Creo que es bueno que el resto del mundo nos recuerde que les gustaría ver a algunas personas con ideas e iniciativas. Desgraciadamente, no es una opinión muy extendida en la UE", declaró Daniel Gros, del Centro para Estudios de Política Europea.
NUEVAS NORMAS
El Tratado de Lisboa cambia las normas sobre cómo se toman las decisiones en la UE, algo que se ha convertido en algo difícil de manejar desde la incorporación de diez países, en su mayoría del este y el centro de Europa, en 2004, y dos más en 2007.
Da más poderes al Parlamento Europeo, que comparte responsabilidades legislativas con la Comisión. Los líderes de los países miembros conservan mucho poder.
"Estoy encantado de que ahora tengamos las instituciones adecuadas para actuar y un periodo de estabilidad, para que podamos centrar todas nuestras energías en ocuparnos de lo que importa a nuestros ciudadanos", dijo el presidente de la Comisión Europea, Jose Manuel Durao Barroso.
Bruselas dijo que la UE se va a centrar en "lograr una salida suave de la crisis económica y financiera", que según los sondeos, es la principal preocupación de los votantes, muchos de los cuales ven a la UE como algo alejado de su vida real.
Un aspecto decisivo para la recuperación económica será reducir los déficits presupuestarios inflados de los estados miembros y decidir cuándo abandonar las medidas financieras de emergencia que se usaron para apuntalar las economías.
Se espera que el Producto Interior Bruto crezca sólo un 0,7 por ciento en 2010, y según los datos oficiales, el desempleo pasará del 10 por ciento el próximo año.
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