Este artículo se publicó hace 14 años.
La UE impulsa una tasa para que los bancos paguen por sus excesos
La reunión del Ecofin de Madrid debatirá distintos niveles de regulación financiera
Daniel Bernabé
Los ministros de Economía de la UE llegan hoy a Madrid decididos a impulsar una tasa bancaria que evite los de-sembolsos públicos en caso de rescate financiero. En la reunión (conocida como Ecofin, y que presidirá la vicepresidenta Elena Salgado) los 27 expresarán su disposición a crear esta tasa en coordinación con el G-20. La necesidad del gravamen es un clamor en Bruselas.
Para el comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, "el que contamina paga". En una carta enviada a Salgado, el comisario plantea utilizar esa tasa para crear fondos de rescate y que no sea el contribuyente el que se haga cargo. Un documento de trabajo de la Comisión recuerda que los gobiernos movilizaron un 13% del PIB europeo para salvar el sistema.
Otros países como Suecia, el primer impulsor del gravamen, plantean que la tasa sirva para recuperar parte del dinero inyectado en esta crisis. EEUU ha introducido una tasa similar para "recuperar hasta el último céntimo que se gastó el contribuyente", en palabras de Barack Obama. Suecia pide que su aplicación sea lo más global posible para evitar que los bancos busquen mercados refugio donde no pagar la tasa.
España apuesta por los fondos de estabilidad, un formato asimilable al fondo de garantías de depósitos que funciona con éxito en varios países, entre ellos España. "Casi todos queremos la tasa, pero estamos en una fase preliminar del debate", aseguró una fuente diplomática alemana a Público.
El secretario de Estado de Economía, José Manuel Campa, también esquivó ayer adelantar el modelo que se adoptará e invitó a esperar a las conversaciones del sábado. Campa hizo estas declaraciones al término del Eurofi, el organismo encargado de la reflexión de los servicios financieros en Europa que debatió ayer en Madrid sobre los aspectos a abordar en la nueva regulación internacional. Su copresidente, Jacques de Larosière aseguró que los reguladores se plantean que "no vale café para todos" con la nueva normativa, ya que "los bancos que pudieron aguantar la crisis no merecen verse afectados en sus actividades por requisitos de capital demasiado exagerados".
En este sentido, Campa aseguró que el modelo de negocio de los bancos españoles y la regulación financiera del país han servido de "referencia" en las discusiones para la nueva regulación y convino en que no tendría sentido "forzar" a los que lo han hecho bien a adoptar nuevas normativas. Por eso, el secretario de Estado aseguró que hay un "frente común" entre Economía y el Banco de España para defender los intereses del sector financiero del país.
Los reguladores temen que una normativa muy estricta afecte al crecimiento y no deje fluir el ahorro, por lo que están buscando una solución "equilibrada".
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