Este artículo se publicó hace 15 años.
La UE promete pinchar la burbuja salarial de la banca
El techo para los bonus de los directivos es una prioridad de los líderes europeos
La UE exigió ayer "pinchar la burbuja de los bonus" que perciben los banqueros, en palabras de Fredrik Reinfeldt, el primer ministro sueco y presidente de turno de los 27. Los jefes de Gobierno de la UE se reunieron ayer en Bruselas para fijar una postura unitaria de cara a la próxima cumbre del G-20 en Pittsburgh (EEUU). La UE pedirá a los demás países participantes que modifiquen su legislación para incluir "sanciones a nivel nacional" contra los ejecutivos imprudentes, según se recogían las conclusiones de la cumbre. El objetivo es proteger al sistema financiero internacional de los excesos de los ejecutivos como los que no tuvieron reparos en asumir riesgos para obtener más beneficios a corto plazo.
Por delante de EEUUAl reclamar una limitación concreta, que tendrá que ser definida en relación al sueldo de los directivos o la marcha global de los bancos, la UE se adelanta a EEUU, que no se ha mostrado favorable a sanciones ni regulaciones específicas. "Nuestros contribuyentes están horrorizados con la idea de que su dinero se está usando para pagar primas exorbitantes", aseguró José Manuel Durao Barroso, presidente de la Comisión Europea. Gordon Brown, por su parte, añadió que "no podemos volver a la estructura de los bonus del pasado".
Los 27 también acordaron defender en Pittsburgh que se "mantengan" los esfuerzos presupuestarios y planes de inversión "hasta que la recuperación esté asegurada". Según Brown, "no se puede dar por hecha la salida de la crisis: necesitamos pruebas" para evitar "que el desempleo se convierta en un problema más grande en los próximos años". Sin embargo, los 27 ya buscan a largo plazo que se reduzca el déficit, actualmente muy por encima de lo permitido por Bruselas. "La política fiscal debe ser reorientada", aseguran las conclusiones en referencia a la necesidad de aumentar los ingresos de los estados.
Cambio climáticoLos 27 también trataron de fijar una postura común en cuanto a la financiación de la lucha contra el cambio climático. "Necesitamos más esfuerzos", aseguró Reinfeldt, quizás en referencia a EEUU, muy criticado Bruselas por la falta de detalles sobre sus objetivos para la cumbre del clima en diciembre. Los 27 discutieron el montante que, según la UE, necesitarán los países en desarrollo para invertir en proyectos verdes sin frenar su evolución.
De ese modo, los jefes de Estado y de Gobierno de la UE estimaron entre 5.000 y 7.000 millones de euros anuales de financiación pública internacional para el margen de años entre 2010 y 2012 para combatir el cambio climático y sus efectos.
Los líderes europeos señalaron en una declaración que además de este anticipo, las naciones en desarrollo precisarán a partir de 2020 un total de 100.000 millones de euros anuales -entre financiación nacional (pública y privada) de los propios países en desarrollo, ingresos del mercado del carbono y financiación pública internacional.
La UE pretendía que los países industrializados aporten 100.000 millones de euros anuales en 2020, de los que la UE aportaría 15.000 millones.
España pide ir más allá y regular el control bancarioEn un contexto de crisis económica como el actual, al presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, le parece bien “una regulación exigente y estricta” de los sueldos de los directivos y de las retribuciones variables o bonus, aseguró ayer en rueda de prensa tras la cena que reunió a los 27 para alcanzar una posición común ante la próxima cumbre del G-20. Se trata de impulsar una regulación que “no favorezca comportamientos como los que han llevado a la actual crisis financiera internacional”.
La punta del iceberg
Sin embargo, según fuentes de su Gabinete, José Luis Rodríguez Zapatero considera que el asunto de los bonus es sólo la punta del iceberg de un “asunto prioritario por el que España va a pelear duro en el G-20: la regulación y el control del sistema finaciero”. Esa vigilancia, sostienen las mismas fuentes, es la que ha permitido que “los bancos españoles aguantasen la debacle financiera que llevó a la quiebra a bancos como el estadounidense Lehman Brothers”.
Sobre la subida de impuestos anunciada por el Gobierno y el tratamiento de otros países europeos, Zapatero se mostró firme: si no hubiera habido acciones de los gobiernos contra la crisis financiera, se habría producido un crack. Los impuestos entraron en el debate, confirmó el jefe del Ejecutivo español, “y estoy seguro de que en los próximos días será un asunto muy presente”.
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