Este artículo se publicó hace 13 años.
La UE quiere pedir a los bancos españoles más capital por los créditos a las administraciones
Si se les aplica una exigencia adicional de capital similar a la de la deuda (un 2%) las necesidades ascenderían a 1.730 millones.
Primero fue la deuda soberana española y después se pasó a la autonómica y de las corporaciones locales. Pero a varios países miembros de la Unión Europea, especialmente a Alemania, no les parece suficiente y ahora quieren que las entidades financieras españolas también acumulen capital extra por los créditos concedidos a las administraciones públicas. Por tanto, si finalmente se llega a un acuerdo sobre este particular en la cumbre de esta tarde, los cinco grandes bancos (Santander, BBVA, CaixaBank, Bankia y Popular) tendrán que tener un colchón de capital mayor al actual (y al del resto de entidades nacionales) para cubrir su exposición a la deuda del Estado, de las comunidades autónomas, de los ayuntamientos y de las empresas públicas, así como a los créditos concedidos a todos ellos.
Esta última vuelta de tuerca no supondrá una cuantía demasiado elevada, ya que el total del sector financiero español tiene prestados a estos entes un total de 86.670 millones de euros. Si se les aplica una exigencia adicional de capital similar a la de la deuda (un 2%) las necesidades ascenderían a 1.730 millones, de los que unos 1.000 afectarían a las cinco grandes entidades.
Esta cifra, aun siendo relevante, no es el principal problema que tendrían que asumir las entidades españolas. El mayor problema al que se enfrentan es la elevación de las exigencias de capital al 9% y, dentro de ello, la posibilidad de que no se les contabilice como solvencia de la máxima calidad en el primer momento los más de 10.000 millones que tienen emitidos en obligaciones convertibles en acciones.
De no sumarse, las necesidades de la banca española en ese listado de más de 100.000 millones para toda Europa podrían rondar los 25.000 millones, con lo que de nuevo -al igual que ocurrió con los test de estrés- aparecía como la peor o una de las peores del continente, cuando la realidad no esa. Si se excluyen las convertibles, que sí contarían a la hora de tener que captar el capital antes del próximo junio, el déficit de capital de estos cinco grandes bancos rondaría los 13.000 millones, mucho más en la línea de los alemanes y los franceses, que requerirían en torno a 10.000 millones cada uno.
En todo caso, desde el sector financiero español se critica duramente estas nuevas exigencias, ya que tienen la sensación de que Alemania está cambiando de nuevo las reglas del juego para que sus entidades salgan bien paradas en el examen. Sólo así se explica, argumentan, que en los test de estrés de julio se aceptaran las obligaciones convertibles como capital de primera calidad (al menos las de vencimiento más reciente) y ahora el país germano se muestre reticente a ello.
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