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La última moda para ir al súper

PEPE ESCOBAR

Dice el refrán español que no hay mal que por bien no venga. Y razón tiene, al menos en el caso de las consecuencias que la aplicación del Plan Nacional Integrado de Residuos y su orden dedesaparición paulatina de las bolsas de plástico tiene en los comercios. Lo que es una ruina para las 700 empresas que fabrican bolsas de plástico en España se ha convertido en un estímulo para Rolser, una empresa familiar ubicada en la localidad de Pedreguer (Alicante) y dedicada a la fabricación de carros para la compra. Desde que apareció la nueva norma han notado un inesperado aumento en la carga de trabajo. En palabras de Joan Server, gerente de la compañía, 'desde julio, que es cuando algunas grandes superficies empezaron a reducir su uso de bolsas de plástico, se han triplicado los pedidos'.

La alegría no les pilló desprevenidos. En el departamento de I+D de Rolser, en el que trabajan diez personas, se habían adelantado a la demanda. 'En enero pasado pusimos en el mercado un modelo especialmente diseñado para moverse por los hipermercados', explican. El carro en cuestión se coloca mediante un enganche en el carrito del supermercado y una de sus ventajas está en que, cuando toca meterlo en el coche, sólo hay que plegar el asa. 'Así, reduces el carro de tamaño y entra mejor en el maletero', explican. No es la única propuesta, enRolser tienen diez modelos diferentes de carros para todos los gustos. 'Incluso, hay uno de ellos pensado especialmente para la compra de congelados', destaca Server.

Comenzaron elaborando capazos de palma en Alicante

El esfuerzo innovador ha sido grande. Tanto que la empresa se ha planteado rejuvenecer la gama de usuarios con la intención de que los consumidores se acostumbren a utilizar sus productos para algo más que para ir a la compra. 'El producto es más práctico y cómodo para atraer a nuevas generaciones de clientes. Cuando presentamos nuestros nuevos diseños, de colores provocadores, casi concebidos como prendas de vestir, lo que buscamos es que se pueda ir con un carro Rolser a cualquier sitio', comenta Joan Server.

Este espíritu innovador no es nuevo. Hace 15 años la firma ya fue premiada, por su capacidad de adaptar sus productos a las necesidades de los nuevos tiempos, por la Cámara de Comercio de Alicante. Esa capacidad estaba en su ADN. Hace 35 años, los Server abrieron un pequeño taller en el que involucraron a todos sus hijos. 'Al principio, hacíamos capazos de palma, cómo otra mucha gente en el pueblo', recuerda Server. No tardaron en trasformar aquellas cestas en una bolsa de lona, a la que, en lugar de asas, le pusieron ruedas. Había nacido el carro de la compra. 'Entonces mis padres compraron unas máquinas de coser y contrataron cuatro operarios. Rolser dejó de ser taller para comenzar a ser una industria', recuerda Server.

En la actualidad, su reto es mantener la calidad al tiempo que conquistan otros países. 'Para ello hemos apostado por seguir fabricando en España casi toda nuestra producción', comentan. Tienen dos fábricas, una en Pedregur, Sevilla, y otra Denia, en las que además de los carritos fabrican tablas de planchar y escaleras de aluminio.

El 20% de su producción actual se vende fuera de España

Pero la competencia del mercado oriental es muy fuerte, en Rolser saben que para sobrevivir tienen que hacerse grandes y conocidos. De ahí, su constante presencia en las ferias del sector del menaje el bricolaje y la decoración, una estrategia que les ha permitido que el 20% de su producción ya se venda fuera de España. 'Nuestro principal mercado es Europa, aunque también vendemos bastante en otros lugares, cómo América del Sur, Japón, Australia, Canadá',explican con orgullo.

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