Este artículo se publicó hace 13 años.
Unicef afirma que "en Haití se mueren en la indiferencia"
El terremoto que azotó al país más pobre del continente americano fue un terremoto "sin precedentes", al igual que la epidemia de cólera que ha causado hasta ahora 4.000 muertos, según la portavoz de Unicef Francoise Gruloos-Ackermans: "en Haití -ha dicho- se mueren en la indiferencia".
Esas son algunas de las palabras que ha pronunciado la representante de Unicef en Haití durante su intervención en un desayuno informativo, al que ha asistido también la presidenta de este organismo en España, Consuelo Crespo, y la secretaria de Estado de Cooperación Internacional, Soraya Rodíguez Ramos.
Más de 4.000 personas han muerto como consecuencia del brote de cólera que surgió a finales de octubre en el país, que hace un año fue devastado por un terremoto, que causó la muerte a cerca de 300.000 personas.
La sociedad española se ha volcado con Haití, según Rodríguez Ramos, quien ha asegurado que nunca se han producido unas "donaciones tan extraordinarias", como lo ha sido también la ayuda de España, cuyos compromisos se han cumplido al "110 por ciento".
Uno de ellos verá la luz en los próximos días, si se resuelven los problemas vinculados con la propiedad de la tierra: la reconstrucción de una planta depuradora que podría prevenir un nuevo brote de cólera.
Crespo, quien se ha referido también a la situación de Egipto y Túnez al señalar que no se ha realizado hasta el momento ninguna llamada de emergencia desde sus oficinas en estas zonas, ha destacado la solidaridad demostrada por la sociedad civil española, una de las que ha realizado más aportaciones, tras Estados Unidos, Japón y el Reino Unido.
Pero a pesar de esta aportación "no nos debemos olvidar de Haití" porque el proceso será lento y el apoyo al país puede convertir "la tragedia en una oportunidad" y en "la salvación de su dignidad".
En 37 segundos, según ha relatado Gruloos-Ackermans, el país se destruyó y lo hizo de tal manera que envió a un millón de personas a campamentos, donde las organizaciones humanitarias protegen a la población para que no llegue el cólera , una enfermedad que es fácil de tratar y prevenir aunque allí "es más difícil".
La población se muere especialmente en las zonas rurales, donde hay que caminar a veces hasta siete horas para llegar a un centro de salud, una cuestión prioritaria, como lo es también la educación, tal y como ha recalcado la portavoz de Haití en el país, quien lamenta que no se hable de ella como se hacía en un principio.
Unicef ha construido 94 escuelas y la semana que viene abrirá 47 hasta llegar así a las 200.
Pero, según Gruloos-Ackermans, "todos nos tenemos que movilizar; necesitamos a los Gobiernos para apoyar a Haití y su programa educativo para los próximos años.
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