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La Unión Europea busca un acuerdo para futuros rescates bancarios

Es el segundo intento en el que intentarán acordar la nueva directiva para gestionar la reestructuración y liquidación de bancos, que establecerá qué acreedores deben asumir pérdidas en futuras crisis de las en

AGENCIAS

Los ministros de Economía de los 27 celebran este miércoles una reunión extraordinaria que tiene como objetivo llegar a un acuerdo sobre las reglas que guiarán los futuros rescates bancarios. Este es el segundo intento, tras el fracaso del pasado viernes, en el que intentarán acordar la nueva directiva para gestionar la reestructuración y liquidación de bancos, que establecerá qué acreedores deben asumir pérdidas en futuras crisis de las entidades financieras.

El encuentro, que tendrá lugar este miércoles a partir de las 16:30 GMT, se produce un día antes del crucial Consejo Europeo del 27 y 28 de junio en el que está previsto que los líderes europeos den un impulso a la unión bancaria. La norma en cuestión es una de las piezas fundamentales de esta unión y, un segundo fracaso del Ecofin, pondría en riesgo el éxito de la cumbre.

La directiva pretende que en el futuro sean los bancos y acreedores, y no los contruibuyentes,  los que paguen la factura cuando quiebre una entidad financiera y así evitar fiascos como el rescate a Chipre, donde se intentó poner quitas incluso a los depósitos de menos de 100.000 euros.  El objetivo es establecer una jerarquía que en el futuro aporte claridad sobre qué acreedores y en qué orden pueden verse sometidos a quitas, empezando por los accionistas, seguidos de la deuda subordinada  y de bonos júnior, de deuda sénior y finalmente de depósitos no asegurados. Sólo en casos extremos  en los que toda esta aportación no sea suficiente para cubrir las pérdidas, se recurrirá a depósitos de pymes y empresas.

Los ahorros por debajo de los 100.000 euros serán 'sacrosantos', dice el ministro español de Economía

Otorgar una protección especial a los depósitos de más de 100.000 euros en manos de particulares y pymes ya tiene un consenso generalizado.  Lo que ha quedado absolutamente claro es que los ahorros por debajo de los 100.000 euros serán 'sacrosantos', en palabras del ministro español de Economía y Competitividad, Luis de Guindos. Se quiere evitar así lo ocurrido en Chipre, cuando la eurozona impuso inicialmente una tasa especial a los depositantes de menos de 100.000 euros, provocando una polémica en la isla y otros países con la moneda única, al considerar que se rompía la normativa europea relativa a la garantía para los pequeños ahorradores.

El principal problema, que impidió el acuerdo el pasado viernes, fue el grado de flexibilidad que se debe otorgar a los Estados miembros para salvar a determinados acreedores de las quitas en un rescate bancario. Países como Alemania quieren que todos los acreedores asuman pérdidas casi de forma automática, frente a Francia, Reino Unido y otros países de fuera de la eurozona que reclaman el máximo margen de maniobra.

La Comisión Europea (CE), por su parte, advierte de que, si no se fija un límite, se puede fragmentar el mercado interior y generar una situación de desventaja entre países. El comisario de Mercado Interior, Michel Barnier, ha avisado de que un exceso de flexibilidad 'conduciría a una situación de desigualdad en la que los países que pueden permitírselo harían rescates, mientras que el resto tendrían que aplicar quitas'. 

Los ministros se centrarán en acordar qué porcentaje mínimo de los pasivos bancarios debe asumir pérdidas 

Los ministros se centrarán este miércoles, en primer lugar, en acordar qué porcentaje mínimo de los pasivos bancarios debe asumir pérdidas y el que puede ser eximido total o parcialmente en circustancias excepcionales y con condiciones estrictas. Fue la presidencia irlandesa la que puso sobre la mesa el compromiso del 8%, algo que fue apoyado por Holanda. 

Una vez que sea aplicada la quita de estos pasivos,hay que establecer el margen de flexibilidad que tendrán los Estados miembros para salvar de las quitas a determinados acreedores. En un primer momento, fue Dublín quien planteó fijar el margen en el 5% de los pasivos pero no se logró el consenso. 

En todo caso, Guindos aseguró que España está cómoda en estos parámetros, pese a que resultará perjudicada por la flexibilidad al ser uno de los países que ya no disponen de recursos en el fondo de garantía de depósitos para acudir al rescate de los acreedores.

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