Este artículo se publicó hace 16 años.
La Unión Europea se prepara para una cumbre centrada en el cambio climático y la economía
La cumbre que celebrarán esta semana los gobernantes de los Veintisiete se centrará en la lucha contra el cambio climático y la economía y no incluirá asuntos que generen grandes discordias entre los miembros de la UE, según trascendió hoy en el Consejo de Ministros europeos de Asuntos Exteriores.
Los jefes de la diplomacia comunitaria ultimaron los textos que debatirán los jefes de Estado y de Gobierno en el Consejo Europeo, en especial la ambiciosa propuesta presentada por la Comisión Europea para combatir el cambio climático y fomentar el uso de energías renovables.
El debate que los ministros de Exteriores celebraron hoy a partir de un documento elaborado por la Presidencia de turno de la UE, que este semestre ejerce Eslovenia, reveló que, aunque los países respaldan con carácter general los planes de Bruselas contra el cambio climático, hay diferencias en algunos puntos.
Uno de ellos es la referencia a que "el riesgo de fuga de empresas en ciertos sectores particularmente expuestos a la competencia internacional tiene que ser analizado y tratado urgentemente para aplicar las medidas apropiadas, en caso de que no haya un acuerdo global post-Kioto".
Mientras un grupo de Estados, entre los que figuran Alemania y Francia, es partidario de que se aclare lo antes posible qué sectores se pueden ver más afectados, otros como Holanda prefieren no entrar todavía en esas precisiones, explicaron fuentes diplomáticas.
Muchas de las delegaciones son partidarias, asimismo, de que el texto otorgue mayor "flexibilidad" para cumplir los objetivos fijados en el área del uso de biocarburantes y del sistema europeo de comercio de emisiones.
Se espera que en la cumbre de esta semana la UE respalde los planes de la Comisión y comience a dar pruebas de que se van a cumplir los compromisos asumidos contra el calentamiento global, algo que los Veintisiete consideran necesario para reafirmar su liderazgo mundial en esa área.
Por otra parte, los ministros analizaron hoy un informe de la Oficina del Alto Representante de la Unión Europea para Política Exterior y de Seguridad, Javier Solana, y de la Comisión Europea que alerta de los riesgos de seguridad ligados al cambio climático, entre los que menciona las migraciones masivas y los conflictos en las rutas de suministro de energía.
La comisaria europea de Relaciones Exteriores, Benita Ferrero-Waldner, dijo en rueda de prensa que la UE puede tomar medidas contra esas amenazas, incluido el desarrollo de instrumentos para supervisar posibles tensiones y anticiparse a las crisis.
Del asunto se debatirá también en la cumbre de esta semana.
Aparte de esas cuestiones, los líderes de los Veintisiete tienen previsto confirmar su voluntad de lograr para junio próximo un acuerdo sobre la espinosa cuestión de la separación patrimonial de las redes energéticas propuesta por la Comisión, a la que se opone un grupo de países liderados por Alemania y Francia.
Los ministros también abordaron hoy la crisis política en Serbia y la situación en los Balcanes, Afganistán y Pakistán, así como las próximas elecciones de Zimbabue y la marcha de las negociaciones de la Ronda de Doha de la Organización Mundial de Comercio (OMC), cuestiones que se tratarán también en la cumbre.
Otros puntos del Consejo Europeo serán el intento de la UE de negociar de forma conjunta con EEUU acuerdos sobre visados y la política hacia Irán, tras el endurecimiento de las sanciones de la ONU a ese país por su programa nuclear.
El principal debate en cuestiones económicas se centrará en los fondos soberanos, gestionados por los gobiernos, y las diferencias acerca de hasta dónde debe extenderse el código de conducta voluntario que quiere impulsar la UE.
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