Este artículo se publicó hace 15 años.
Uribe anuncia la intensificación de las operaciones de búsqueda de los rehenes de las FARC
El presidente colombiano, Álvaro Uribe, anunció hoy la inmediata intensificación de las operaciones de búsqueda de los veintidós miembros de las fuerzas de seguridad que la guerrilla de las FARC mantiene en condición de rehenes.
"Quiero decirles a los colombianos que a partir de hoy, con el Ejército y la Policía, intensificaremos la presión sobre los secuestradores terroristas de las FARC hasta que liberen a nuestros soldados y policías", dijo Uribe al hablar en un acto de aniversario de la Universidad de Medellín, en la ciudad del mismo nombre.
Uribe hizo la notificación después de que en varias intervenciones recientes reconociera que su Gobierno no ha renunciado a las vías del rescate de rehenes o del cerco humanitario sobre los lugares en los que son mantenidos.
Además, ayer advirtió a la salida de una reunión con la jerarquía de la Iglesia Católica que la única salida que les queda a las Fuerzas Armadas Revolucionarias de Colombia (FARC) es la de poner en libertad a los cautivos.
"El único acuerdo humanitario que se acepta es que liberen unilateralmente y de inmediato a todos los secuestrados, y que cesen los actos de violencia y que hagan la paz", sostuvo el jefe del Estado.
La declaración supone el cierre, en la práctica, de la salida negociada al caso de los rehenes en la que insisten los rebeldes, que pretenden canjear a los cautivos por medio millar de insurgentes presos, entre ellos varios extraditados a Estados Unidos.
En el caso de los extraditados, Uribe también advirtió el jueves de que Ricardo Palmera, alias "Simón Trinidad", y Anayibe Rojas Valderrama, conocida como "Sonia", fueron solicitados por las autoridades judiciales de Washington bajo cargos de narcotráfico y no delitos políticos.
Sin embargo, estas mismas autoridades procesaron al menos a "Trinidad" por toma de rehenes, cargo relacionado con el secuestro en 2003 de los tres estadounidenses que fueron rescatados el pasado julio en la operación encubierta en la que también les fueron arrebatados a los rebeldes la colombo-francesa Íngrid Betancourt y once policías y soldados colombianos.
El rescate se registró más de cinco meses después de que las FARC pusieran en libertad de manera unilateral a seis rehenes civiles en dos misiones humanitarias coordinadas por el Gobierno venezolano.
A comienzos de este mes, los guerrilleros entregaron a otros tres policías y a un militar, lo mismo a que dos civiles, que eran los últimos secuestrados políticos que quedaban en el grupo de canjeables.
Los ahora ex cautivos fueron entregados a la congresista opositora Piedad Córdoba, en una operación coordinada por el Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) y apoyada por Brasil, que facilitó dos helicópteros.
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