Vaclav Havel expresa con tintes autobiográficos su experiencia del poder

El ex presidente de la República Checa, Vaclav Havel, vuelca en su última obra teatral, "Odcházení" ("Saliendo"), con chispa y acostumbrada maestría del lenguaje, una dilatada experiencia del poder avalada por casi trece años al frente de la jefatura de Estado.

Vaclav Havel (Praga, 1936) ofrece "un texto profundo, excitante, refinado y divertido", afirma en el prólogo Vladimir Karfik, crítico literario y colaborador de la revista Respekt, que editó el libro.

El dramaturgo pone en los labios y en la vida de Vilem Rieger, el canciller saliente de un país ficticio, vivencias personales sonsacadas de su propia experiencia política, en la que fue testigo de honor de la transición checoslovaca hacia un moderno estado democrático.

Inspirado en el "Rey Lear" de William Shakespeare, por la obra van desfilando uno a uno los temas de los que el estadista hizo bandera: la lucha contra la corrupción, el ideal de Estado al servicio a los ciudadanos, las libertades individuales defendidas a ultranza.

No falta una denuncia de que dichos principios se han difuminado tras su salida del Castillo de Praga, sede de Presidencia, una vez que entran en el juego de poder otros que proclaman los mismos eslóganes humanistas y políticos, pero que no esconden más que pura rapiña.

El escritor librepensador no ha querido apuntar con su índice al hoy titular de la Jefatura de Estado, el economista conservador y eterno rival Vaclav Klaus.

"Las especulaciones sobre si se trata de mí o de Klaus las omito", se limitó a señalar el ex dignatario.

Havel sí que aprovecha para dejar caer, con cierta ironía autocrítica, anécdotas y valoraciones que surgieron del trato con estadistas, reporteros, mujeres y los colaboradores íntimos que le rodearon.

"¿Sabe lo que me dijo una vez Tony Blair? Si no les contestas (a los periodistas), ellos se contestan a sí mismos. ¿Verdad que es bueno?", dice en una ocasión Rieger, el heterónimo de Havel.

El escritor arremete también sin mohínes contra la profesión periodística, como en uno de los diálogos que mantiene Rieger con el reportero Jack, que tiene la mirada perdida entre sus notas hasta que consigue, con alguna dificultad, formular una pregunta.

"- ¿Puedo saber para qué periódico trabaja?.

- Para varios diarios mundiales, y para alguno local.

- ¿Para qué diario local?.

- Por ejemplo, para 'Fuj'" ("Fuj" es un giro coloquial para indicar "caca"). Hablé con Usted hace quince años en Atenas. ¿No se acuerda?".

Otra alusión a su propia trayectoria aparece cuando Rieger afirma aquello de que "he tenido siempre una gran estima por las mujeres y me he rodeado siempre mucho de ellas".

Havel comenzó este último trabajo literario antes de asumir su mandato, como él mismo aclaró en su presentación, y lo retomó en el último tramo presidencial, durante una de sus visitas a EEUU.

En su Praga natal confiesa sentirse "abstraído", y no oculta que desea desaparecer para seguir escribiendo.

"Odcházení" será estrenado en el teatro praguense de Vinohrady en mayo del 2008, y el principal papel femenino será encarnado por la mujer del autor, Dagmar Havlova-Veskrnova.