Este artículo se publicó hace 16 años.
Vallés dice que la desaceleración es una oportunidad para mejorar el tejido productivo
El director de la Oficina Económica del Presidente del Gobierno, Javier Vallés, afirmó hoy que la actual desaceleración de la economía española es "también una oportunidad para mejorar el sistema productivo".
En este sentido, durante su participación en el Encuentro Financiero 2008 organizado por el Foro Nueva Economía y The Wall Street Journal, Vallés recordó que la economía española cuenta con importantes activos que permitirán recobrar pronto su crecimiento potencial.
Entre estos activos citó la población en edad de trabajar, que en España crece por encima de la media de la Unión Europea (UE), debido al intenso proceso de inmigración que, según el Instituto Nacional de Estadística (INE), se moderará en los próximos años.
Este aumento de la población junto con la incorporación de la mujer al mercado laboral que, según Vallés, supondrán el sesenta por ciento de los trabajadores, elevará de forma importante el capital humano.
Otro activo, recordó, es la consolidación del repunte de la productividad consecuencia de la inversión en el capital del trabajo, los esfuerzos en la investigación y en las áreas tecnológicas emergentes, como la biotecnología o las energías renovables.
A su vez, Vallés hizo referencia al proceso de internacionalización de la economía española, una de las más abiertas del mundo por encima de EE.UU, Reino Unido y Francia.
Además, explicó, que a la mejora de las exportaciones de bienes y servicios, y el turismo, se ha unido la ingeniería y la asesoría jurídica, que han ido ganando cuotas de mercado en el comercio mundial.
Estas "fortalezas" unidas a una situación presupuestaria "envidiada" conseguirán que España crezca a ritmos superiores a la zona euro, y una vez que se haya producido el ajuste en el sector de la construcción residencial, la economía seguirá acelerándose de forma que en 2010 se vuelva a un crecimiento potencial en torno al tres por ciento.
Por ello, además del plan de estímulo puesto en marcha por el Gobierno, que cuenta con una inversión de 10.000 millones de euros, recordó que el Ejecutivo anunció medidas que incluirán mejorar el entorno en el que las empresas desarrollan su actividad reduciendo en un treinta por ciento las cargas administrativas para 2012.
Estas medidas aportarán, a largo plazo, unas dos décimas al Producto Interior Bruto (PIB), dijo Vallés.
El rápido crecimiento económico de España de los últimos años, explicó Vallés, ha generado sin duda desequilibrios, como el repunte reciente de los precios, consecuencia de factores externos y un diferencial de inflación con la zona euro de un punto porcentual "que erosiona la competitividad de nuestros productos y constituye un motivo de preocupación".
Lo más importante, añadió, es que el consumo se ha ajustado rápidamente, lo que hace pensar que el origen de la desaceleración esta más unido a una falta de confianza de los hogares, muy ligado al deterioro del sector vivienda y al endurecimiento de las condiciones financieras.
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