Este artículo se publicó hace 12 años.
Vanden Eeckhoudt muestra la relación amor/odio del hombre con los animales
Para el fotógrafo belga Michel Vanden Eeckhoudt, la relación del hombre con los animales está marcada por los excesos, un ambiguo amor/odio patente en algunas de las veinte instantáneas que forman "El perro desnudo", la muestra inaugurada hoy en la Sala de Exposiciones de Gas Natural Fenosa de Barcelona.
Se trata de una selección de fotografías de gran formato en blanco y negro, en las que los animales, especialmente los perros, tienen una presencia destacada, aunque en algunas de ellas, captadas en sus viajes por todo el mundo entre 1974 y 2006, ni siquiera aparezca un ser vivo, y que podrá verse hasta el 1 de junio.
Vanden Eeckhoudt (Bruselas, 1947), miembro de la agencia VU desde su fundación en 1986, dice que su visión de la fotografía estaba casi predeterminada por el entorno familiar, ya que su padre fue profesor de biología y su madre asistenta social, una combinación que él transforma en un discurso de denuncia sutil, de imágenes que evocan historias "que no quieren demostrar nada", y a las que el espectador ha de aportar su dosis de imaginación.
Aunque su fotografía está vinculada al fotoperiodismo y él mismo destaca la valentía de algunos de sus amigos dedicados a captar la actualidad en cualquier situación, este artista belga reconoce que él no pertenece a ese grupo, especialmente el de los reporteros de guerra. "No sería capaz de estar enfrentado a esa violencia y mantener la claridad de espíritu para poder disparar la cámara", afirma
Por ello, se siente mucho más cómodo con los animales, y aunque tiene un gato en casa, los felinos no le atraen tanto como los perros, "mucho más expresivos".
En numerosas ocasiones, Vanden Eeckhoudt fotografía a los perros junto a sus amos, como el ejemplar de crestado chino que una mujer llevaba en un cochecito de niño en Bruselas y al que abraza cariñosamente como si fuera un niño en una foto que se puede ver en Barcelona.
Para el artista, esta imagen, que da nombre a la exposición, "El perro desnudo", es un ejemplo del "contraste", de los "excesos" que persigue en sus instantáneas, una mujer casi indigente, de aspecto andrógino, dueña de un de perro de la especie más cara del mercado, un momento único que atribuye al azar.
A pesar de esta visión humilde de su trabajo, el comisario de la exposición, Alain D'Hoogue, niega que el concepto de azar tenga mucho que ver con la obra de Vanden Eeckhoudt.
"No creo que sea tan importante, el azar hay que merecérselo y saberlo captar. Michel lo sabe hacer, tiene esa sensibilidad", remarca D'Hoogue, que considera que el fotógrafo belga, cuyas imágenes han sido objeto de múltiples exposiciones, son reconocibles a simple vista, como un Tàpies o un Picasso.
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