La Guardia Civil tratar de averiguar el paradero de la joven irlandesa de 15 años Amy Fitzpatrick, que desapareció el pasado martes en Mijas (Málaga). Las pesquisas continúan y se centran ahora en ver si las llamadas recibidas en las últimas horas pueden arrojar pistas sobre el caso.

Fuentes de la investigación señalaron ayer a la agencia EFE que se han recibido comunicaciones 'desde puntos muy dispares'. Las autoridades analizan si dicha información es cierta, para poder avanzar en la búsqueda. En caso contrario, los agentes descartarían estas llamadas.

Por el momento no se ha programado un rastreo con una participación amplia de personas. Pero si la chica continúa desaparecida los próximos días, podría organizarse una batida en la zona.

Seis días desaparecida

Los padres de Amy denunciaron hace cuatro días la desaparición de la joven, que fue vista por última vez la noche de Año Nuevo cuando salía de la casa de una amiga, situada en una urbanización de Mijas-Costa. Amy tenía intención de dirigirse a su domicilio, situado a menos de un kilómetro del punto en que se le perdió el rastro.

La menor, de cabello moreno, delgada y con ojos azules, vestía un chándal gris con una camiseta negra y un abrigo, del mismo color. Hacía cinco años que residía en Mijas. La familia de la chica, en una rueda de prensa, pidió ayuda a los ciudadanos españoles y a la comunidad británica residente en la Costa del Sol para tratar de localizarla, ante el temor a que alguien la retenga contra su voluntad.

A través de un manifiesto, la madre de Amy pidió a su hija que vuelva en el caso de que haya decidido marcharse voluntariamente.