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Varios expertos destacan que aumenta la edad de los tatuados y el control sanitario

EFE

La edad media de las personas que deciden tatuarse ha ido creciendo durante los últimos años al mismo ritmo que han crecido las condiciones sanitarias de los establecimientos autorizados para ello para prevenir infecciones y reacciones alérgicas.

Al menos así lo han explicado a Efe la asesora técnica de la Delegación de Salud en Córdoba Francisca Cano, y el tatuador cordobés Enrique Luna, que lleva más de diez años realizando tatuajes en sus estudios de Cádiz, Huelva y Córdoba.

Luna ha señalado que hace unos años tatuarse el cuerpo era una tendencia limitada a los más jóvenes y era raro ver a alguien con más de 40 años haciéndose un tatuaje, aunque últimamente esta forma de expresión corporal se ha extendido también entre personas de más edad.

De hecho, destaca que ha llegado a tatuar este verano a una mujer de 67 años y, aunque las tendencias en los dibujos se siguen manteniendo en el tiempo, "este ha sido el año de las estrellas".

En cuanto a la edad, añade que los menores de 16 deben ir acompañados por sus padres o tutor legal, mientras que los mayores de 18 años deben firmar un documento de consentimiento.

Luna ha afirmado que "cada día la gente tiene más cultura del tatuaje" pero no obstante ha admitido que aún hay quien escoge el peor momento para tatuarse, es decir, el verano, ya que una vez hecha la aplicación "hay que proteger la zona del sol".

Para reducir los riesgos, Luna ha afirmado que el instrumental debe estar debidamente esterilizado o ser de un solo uso, además de que el local debe estar limpio, contar con suficiente ventilación y una zona de lavado de manos, limpia y fácilmente accesible.

El personal aplicador debe utilizar guantes estériles de un solo uso y, opcionalmente, mascarilla.

Respecto a las técnicas láser que se pueden aplicar con posterioridad para eliminar un tatuaje no deseado, Enrique Luna ha informado de que "son caras y que la piel nunca queda igual porque el láser se come parte del pigmento del color de la piel y para recuperar el tono se hace falta mucho tiempo".

Por su parte, Francisca Cano ha informado a Efe de que según el tipo de técnica, hay que tomar determinadas precauciones y cumplir unas condiciones higiénicas específicas.

Para el caso de los tatuajes de henna, en los cuales no se emplean agujas ni calor para atravesar la piel, bastan unas mínimas condiciones de asepsia, mientras que en los tatuajes y piercing, puesto que son técnicas invasivas que exigen atravesar la piel para obtener el resultado, es necesario observar estrictamente las condiciones higiénico-sanitarias.

Por ley, las condiciones que se deben cumplir para aplicar estas técnicas invasivas de tatuaje y perforación cutánea son las que se recogen en el Decreto 286/2002, ha indicado Cano, quien señala que este decreto "establece también los procedimientos para garantizar su aplicación y disminuir el riesgo de transmisión de enfermedades a través de la sangre".

Asimismo, Francisca Cano ha recomendado que antes de hacerse un tatuaje hay que confirmar que el establecimiento está autorizado por el Ayuntamiento local para el ejercicio de estas actividades y que el profesional que aplicará la técnica está en posesión de un título que lo acredite para poder realizarla.

Una vez tomada la decisión, la asesora ha recordado que todos los usuarios tienen derecho a recibir la información necesaria tanto del proceso de la aplicación como de los cuidados posteriores y las posibles complicaciones, y es obligación del establecimiento facilitártela.

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