Al menos veinte milicianos palestinos de Yihad Islámica y Hamás han muertos en las últimas 48 horas en las operaciones ejecutadas por el Ejército israelí en la franja de Gaza, informaron hoy fuentes militares de Israel.

Ocho milicianos de la Yihad y de Hamas perdieron la vida hoy en choques con fuerzas israelíes en el campo de refugiados de El Mughazi, en el centro de Gaza, informaron esta las fuentes.

Dichos enfrentamientos forman parte de una operación terrestre que se produce tras las incursiones en la misma zona de la aviación israelí el martes y en las que perdieron la vida doce milicianos de esos dos grupos.

En los enfrentamientos armados, que comenzaron esta mañana tras una incursión militar en el campo de El Mughazi, y que continuaban al anochecer, resultaron heridos al menos tres soldados israelíes, uno de ellos de gravedad en una pierna, agregaron las fuentes.

Fuerzas de infantería israelíes, apoyadas por carros de combate, se enfrentaron a los milicianos, que iban armados con cohetes antitanque y lanzagranadas.

Las fuentes no informaron del número de heridos entre los combatientes palestinos, ni de si hubo víctimas entre los civiles del campo de Al Mughazi.

Los milicianos dispararon varios proyectiles de mortero y al menos tres de cohetes Al Kasam contra el sur de Israel, uno de los cuales impactó cerca de una escuela primaria en la ciudad israelí de Sderot, situada a apenas cuatro kilómetros de la franja de Gaza.

Trece civiles, entre ellos diez niños, fueron evacuados por ambulancias de la Estrella Roja de David, presas de ataques de pánico, dijeron fuentes policiales de la localidad.

El ministro israelí de Defensa, Ehud Barak, ha descartado una invasión terrestre a gran escala de la franja de Gaza, controlada desde el pasado junio por Hamás, cuyas fuerzas expulsaron a las milicias y los cuerpos de seguridad leales al presidente palestino, Mahmud Abás, del movimiento nacionalista Al Fatah.

Sin embargo, a comienzos de esta semana Barak ordenó al Ejército intensificar sus operaciones contra las milicias y en especial la llamada política de "asesinatos selectivos".

Los milicianos palestinos, por su parte, reanudaron los lanzamientos de cohetes y proyectiles de mortero después de que, ayer, miércoles, el Gobierno israelí rechazó el ofrecimiento de una tregua (udna) por parte del líder de Hamás en Gaza, el ex primer ministro palestino Ismail Haniye.

"Ésta es una guerra y no cesará", fue la respuesta del primer ministro de Israel, Ehud Olmert, a las recomendaciones de algunos de sus colaboradores de negociar un alto el fuego, según informan los medios locales.

Haniye hizo el ofrecimiento valiéndose de un corresponsal palestino del Canal 2 de la televisión israelí en Gaza, pero las autoridades israelíes se niegan a negociar una tregua que podría ser aprovechada por los milicianos para reorganizarse.

El viceprimer ministro israelí, Haim Ramón, al aconsejar el rechazó de una tregua, recordó que Haniye y 300.000 palestinos celebraron el sábado pasado el vigésimo aniversario de la fundación de Hamás al grito de "Nunca reconoceremos a Israel".

En los ataques aéreos del pasado martes falleció el comandante de la Brigadas de Al Quds, brazo armado de Yihad Islámica, Majed al-Harazin; el jefe de organización en el norte de Cisjordania, Tarek Abu Ali, y su mayor experto en el montaje de los cohetes Al Kasam, cuyo alcance es de 10 kilómetros.

Según fuentes militares, 190.000 civiles israelíes en 38 localidades rurales y urbanas están de hecho expuestos a esos cohetes artesanales contra los que es impotente el Ejército israelí.