Los presidentes de Venezuela, Hugo Chávez, y Colombia, Álvaro Uribe, se comprometieron hoy a impulsar la cooperación en asuntos como el comercio y la lucha antinarcóticos, tras dar por zanjada una crisis diplomática que se prolongó casi ocho meses.

Chávez y Uribe se encontraron hoy en la Refinería de Amuay, a 500 kilómetros al oeste de Caracas, y tras una reunión a solas de casi tres horas anunciaron su decisión de "retomar" los planes y proyectos conjuntos que estaban paralizados.

La cumbre presidencial, la primera de Chávez y Uribe desde finales de 2007, se limitó al diálogo político privado -del cual los mandatarios revelaron muy poco a la prensa- y no incluyó la firma acuerdos económicos como se había previsto inicialmente.

La crisis diplomática, que incluyó insultos, la suspensión temporal del comercio bilateral y el retiro de los embajadores, comenzó el 22 de pasado noviembre.

Entonces Uribe, de forma inesperada, suspendió la mediación para el canje de rehenes de las Fuerzas Armadas Revolucionarias de las (FARC) por guerrilleros presos, que desde mediados de agosto pasado desarrollaba Chávez junto a la senadora colombiana opositora Piedad Córdoba.

En la rueda de prensa conjunta, el gobernante colombiano confesó que durante la "diatriba cordial, franca y cálida" que sostuvo con Chávez, éste le "hizo el reclamo de no haberlo llamado para la suspensión" de la mediación.

"Se lo acepté (...) porque la vida obliga a hacer el mayor de todos los esfuerzos, que es reflexionar sobre lo propio", expresó.

Chávez también reveló que Uribe le preguntó por qué lo trató como lo hizo, lanzándole insultos, a lo que el jefe de Estado respondió que se sentía "muy herido".

Al ser preguntado por la prensa sobre el conflicto interno colombiano y su posible nueva participación, Chávez respondió que "sería muy pronto para hablar de eso", aunque reiteró la disposición de su Gobierno para ayudar al proceso de paz en el vecino país.

En ese sentido, Uribe sostuvo que su deseo es que las FARC liberen a las "27" personas consideradas "canjeables" que aún mantiene como rehenes, y luego encaminarse a un proceso de paz.

El mandatario colombiano expresó que "ojalá" se concretara "un diálogo directo entre el Gobierno y los grupos guerrilleros" que conlleve a la paz, y que se cree una "comisión internacional para verificar el cumplimiento de los acuerdos".

Chávez precisó que su Gobierno ya dio instrucciones para que sean "retomados todos los temas" que se habían suspendido durante la crisis, entre ellos la construcción de una tubería de gas binacional conocida como gasoducto Transguajiro.

También señaló que su Gobierno atenderá los pedidos colombianos de facilitar la burocracia para el intercambio comercial, que -según las cámaras del gremio- se ha visto afectado por retrasos tanto en la entrega de permisos venezolanos de importación como de las divisas en el marco del control cambiario vigente desde 2003.

"Queremos que siga creciendo el comercio gigantesco", aseveró el presidente venezolano, en referencia al intercambio bilateral, que se acerca a los 6.000 millones de dólares.

Uribe resaltó las potencialidades de los dos países andinos en materia agrícola, energética y comercial, y sobre este último aspecto subrayó la importancia de que la finalidad no sea solo "lucrativa", sino que sea además un "factor de integración".

Chávez destacó, asimismo, que solicitó a Uribe la búsqueda conjunta de "esquemas de cooperación más efectivos en la lucha contra el narcotráfico", toda vez que Venezuela es un "país de tránsito" de la droga que se produce en la vecina Colombia, con la que comparte 2.219 kilómetros de frontera terrestre.

Volvió a calificar de "falsas" las denuncias de que su Gobierno apoya el narcotráfico y el terrorismo, resaltó que la lucha antidrogas es un área en la que están "muy dispuestos a cooperar" con Colombia y expresó su "agradecimiento por la disposición del presidente Uribe" en ese sentido.