El número dos del mundo, un Roger Federer que desplegó hoy su "mejor partido" del torneo, continúa esgrimiendo sus encantos en la hierba, donde volverá a medirse con el sueco Robin Soderling en octavos de final, una ronda alcanzada también en Wimbledon por otro de los pesos pesados del cuadro masculino, un rotundo Novak Djokovic.

"Satisfecho" tras lo que consideró un encuentro "excelente", su mejor puesta en escena en lo que va de torneo, el principal favorito del cuadro masculino, el helvético Federer, reeditará otro choque ante el tenista sueco, a quien ya batió en este torneo el pasado año, en primera ronda, y a quien eliminó, de forma más reciente y más recordada, en la final de Roland Garros el pasado mes.

Federer, a punto de ser padre, es un hombre de imposibles y de récords, y no deja de demostrarlo.

Tras imponerse en la jornada de hoy al germano Philipp Kohlschreiber, el segundo favorito batió la marca de victorias que tenía en esta competición el estadounidense Andre Agassi al cosechar su 47 triunfo en el All England Club, una proeza de la que él mismo no era consciente. "No tenía ni idea pero está muy bien", comentó.

El número dos del mundo continúa así abriéndose camino por la hierba de Wimbledon, pese a haber cedido una manga y emplear 2 horas y 32 minutos para vencer por 6-3, 6-2, 6-7 (5) y 6-1.

Tras despachar en su adorada "Catedral" a su tercera víctima, Federer hizo balance de su intervención: "Creo que ha sido mi mejor partido del torneo hasta la fecha", un duelo de "gran ritmo y de puntos durísimos, un choque excelente", dijo.

No ocultó, claro, que le hubiera gustado eliminar a su rival en tres sets, pero todo no puede ser, y ahora le espera ya en octavos Robin Soderling, finalista en Roland Garros y un jugador al que se ha medido en diez ocasiones en diferentes superficies. En hierba, será su segundo encuentro -en Wimbledon, en el 2008, y en Halle, en el 2005, con victorias para el suizo.

Para el nórdico, sólo tuvo elogios: "Sin ninguna duda ha demostrado que es un jugador muy completo, apto para cualquier superficie", dijo.

Y más allá de las canchas de tenis, la pregunta casi obligada en una jornada de luto internacional ante el fallecimiento de Michael Jackson, Federer admitió que el cantante estadounidense "le había marcado, al igual que a mucha gente", y calificó la muerte del llamado rey del pop de "triste momento para el mundo musical".

Por su parte, su próximo rival, el decimotercer favorito, anticipó toda una odisea llena de baches farragosos ante el campeón de París. Admitió que jugar en hierba contra el suizo constituía para él el "mismo desafío" que fue hacerlo contra Rafael Nadal en tierra

El escandinavo, responsable de que este año se truncara de forma prematura la permanencia en París del jugador balear, número uno del mundo y actualmente baja por una lesión en las rodillas, echaba del cuadro al español Nicolás Almagro.

Ante Federer se mostró humilde porque sabe que no es un oponente más. "Es duro jugar contra Roger. He jugado contra él en diez ocasiones y después del partido nunca tengo la sensación de que yo he jugado bien", dijo.

Le costó, eso sí, explicar en qué consistía la principal dificultad de medirse al segundo jugador del mundo. "No es por mí, creo que es por él. Te hace jugar. Se puede decir que es duro jugar bien contra él y me gustaría mejorar lo que hice en París".

Entre lo más destacado de la jornada, en el duelo "fratricida" del torneo de Wimbledon, el madrileño Fernando Verdasco, séptimo favorito, se esforzó hoy para eliminar a Albert Montañés y configurar otro encuentro de octavos ante el croata Ivo Karlovic, líder de "aces" del torneo hasta la fecha -con 102- y que hoy batía al francés Jo Wilfred Tsonga, noveno favorito, con 46 de ellos.

Tras casi tres horas de partido, el israelí Dudi Sela también se metía en octavos al despedir a Tommy Robredo, decimoquinto favorito y jugará contra el serbio Novak Djokovic, cuarto favorito, que resolvió en tres sets su cita con el estadounidense Mardy Fish, vigésimo octavo cabeza de serie.

Fue una jornada exitosa para las grandes favoritas en el cuadro femenino. Continuaron abriéndose paso la norteamericana Serena Williams, segunda favorita, la rusa Nadia Petrova, décima, la bielorrusa Victoria Azarenka, octava cabeza de serie; aunque se retiró la rusa Vera Zvonareva -séptima favorita-, para ponérselo fácil a la francesa Virginie Razzano.