Este artículo se publicó hace 13 años.
Un viceministro norcoreano estuvo a punto de morir en la Expo de Zaragoza
Un viceministro norcoreano estuvo al borde de la muerte durante la Expo de Zaragoza en 2008, ha revelado a Efe una alta fuente oficial, que ha calificado este hecho como el "peor trago" del evento por el temor a un conflicto diplomático.
El viceministro tuvo que ser ingresado de urgencia en el Hospital Clínico zaragozano, donde se le diagnosticó un galopante cáncer de hígado y su estado fue calificado por los médicos de "muy grave", según ha contado a Efe la fuente, que ha pedido el anonimato.
El viceministro formaba parte, como invitado, de la comitiva de Corea del Sur a la Expo, en una práctica habitual surcoreana de "acercamiento" entre los dos países, separados por el Armisticio de 1953.
A las autoridades españolas, que llevaron el asunto con "suma discreción", se les planteó la disyuntiva de tratar la grave enfermedad del personaje, con el consiguiente riesgo de muerte en suelo español, o dejarlo marchar, como exigía la delegación norcoreana, y que perdiera la vida en el largo viaje de regreso a su país.
Las autoridades españolas optaron por retener al viceministro en Zaragoza, donde fue tratado de su cáncer durante más de 40 días en el hospital, del que salió en mejores condiciones de las que ingresó para poder regresar a su país.
"El peor momento de la Expo no ocurrió en la Expo, aunque sí tuvo que ver con ella", ha relatado la fuente en alusión al "invitado" de la "hermética" Corea del Norte.
Los surcoreanos "trajeron" a Zaragoza a los invitados y, una vez aquí las autoridades españolas se hicieron cargo de ellos y les acompañaron en todo momento, porque "perder a uno hubiese sido un drama, un buen conflicto para nuestro país", así que "los cuidamos con mucha precaución", señala la fuente.
"Un buen día nos sorprendió la noticia: el jefe de la delegación estaba ingresado en Urgencias en un hospital zaragozano" y "a partir de ahí, un sinvivir, corre que te corre, a verlo, a hablar con los médicos, a asimilar el susto y lo peor, sus posibles consecuencias", relata la fuente.
"Está muy grave, mucho, nos decían los médicos. Si se nos muere, mal, y si quiere volver a su país en tales condiciones, peor, ya que, según el pronóstico, era prácticamente imposible que pudiera resistir tan largo viaje", explica.
Los médicos contaron a las autoridades que el viceministro tenía cáncer de hígado, con graves dolencias, y había sido tratado por sus compatriotas con unos remedios "nativos" sin medicinas, consistentes en una "dieta exclusiva a base de tripa de cerdo y vísceras".
La fuente relata que la jefa y "comisaria política" de la delegación coreana quiso sacar al viceministro del hospital "y nos temimos lo peor, un alta voluntaria con difícil pronóstico".
La delegación había viajado en vuelos baratos, durante alrededor de cuarenta horas, un tiempo que, según los médicos aragoneses, el paciente "ya no tenía".
Al final, las autoridades españolas lograron convencer a la delegación coreana de que podían irse con tranquilidad y dejar al enfermo en el hospital acompañado de una sola persona hasta que se recuperara.
"La historia tuvo un final feliz, o lo que es lo mismo, el enfermo pudo recuperarse lo suficiente como para dejarnos y emprender viaje a su país", cuenta la fuente oficial.
"Sabemos -dice- que llegó vivo, pero desconocemos durante cuánto tiempo, ya que, según los médicos aragoneses, no sería mucho, pero al menos no murió aquí, lo que nos evitó un buen conflicto". Enrique Merino
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