Este artículo se publicó hace 15 años.
Las víctimas de neonazis aplauden a la Audiencia
Los afectados por agresiones de grupos de ideología fascista celebran la creación de una fiscalía especial para investigar a estas bandas // En 2008 se produjeron 350 actos violentos de este tipo
"Eh, tú, mono, tu sitio no está aquí, está en el zoo", fue lo último que escuchó Miwa Monake antes de perder el sentido. Ocurrió el 10 de febrero de 2007, en Alcalá de Henares (Madrid). Un neonazi, Roberto Alonso de la Varga, le pegó tal paliza que le dejó tetrapléjico. De la Varga fue detenido, pero el juicio aún no se ha celebrado. Monake, desde entonces, está ingresado en un centro para personas con lesiones medulares de Madrid.
Ayer tuvo terapia, "tres horas a la semana y tres de gimnasia", explica. Monake cuenta con pocas palabras que está "bien" y cuando se le pregunta que le gustaría decir el día del juicio, se para y contesta con un lacónico: "Nada especial". A su lado, Mireia, su mujer, insiste: "Mi marido no mejora".
La Fiscalía estudiará caso por caso en busca de delitos organizados
Monake ha quedado inválido de por vida por un ataque neonazi. Otros, por su raza o por su ideología política, murieron a manos de integrantes de bandas de extrema derecha. El informe Raxen de Movimiento contra la Intolerancia calcula que en 2008 se registraron unas 350 agresiones de este tipo. Desde el asesinato de la dominicana Lucrecia Pérez en 1992 en Madrid, al menos un centenar de personas han sido asesinadas por miembros de extrema derecha en España.
Ahora, la Fiscalía de la Audiencia Nacional ha determinado que los neonazis pueden ser juzgados en esta sede judicial y se les aplicará la legislación de terrorismo, lo que supondrá un endurecimiento considerable de las penas. Además, Daniel Campos ha sido nombrado fiscal especial para investigar y perseguir a estas bandas.
La decisión fue aplaudida ayer por numerosas víctimas de estas agresiones, aunque la Audiencia tendrá que estudiar caso por caso para determinar si detrás de la agresión hay un grupo neonazi de gran estructura. En cualquier caso, a falta de una mayor concreción, para los afectados es "el paso más importante en materia judicial que se ha dado nunca en este sentido", según afirmó ayer Esteban Ibarra, presidente de Movimiento contra la Intolerancia.
«También son importantes las agresiones leves», dice un afectado
Militar fascista
Los afectados llevan tiempo reclamando que estas agresiones sean investigadas al más alto nivel judicial. Hace tres meses se creó la Asociación de Víctimas de la Violencia Fascista, Racista y Homófoba, cuya presidenta es Mavi Muñoz, madre de Carlos Palomino, asesinado en 2007 por un militar fascista. "Cuando se encargó del caso el juzgado número 50 de Madrid nosotros ya pedimos que se inhibiese a favor de la Audiencia Nacional", explicaron ayer fuentes de la asociación.
Otro de los cambios que supone la decisión de la Audiencia es que los imputados tendrán que cumplir íntegras las penas, algo que también las víctimas llevan años demandando. Guillem Agulló, de ideología antifascista, murió con 18 años apuñalado por un neonazi, que huyó con sus amigos cantando el Cara al Sol. El crimen tuvo lugar el 11 de abril de 1993 en Montanejos (Castellón). El agresor, Pedro Cuevas, sólo cumplió cuatro años de prisión de los 16 a los que fue condenado.
A raíz de este crimen, se creó en Valencia la asociación Acción Popular contra la Impunidad. "El agresor sólo estuvo cuatro años en la cárcel, se vio involucrado en 2005 en otra operación policial y, encima, en 2007 se presentó como candidato en las listas del partido ultraderechista Alianza Nacional", denuncia un portavoz familiar.
Las víctimas advierten que no hace falta que se produzcan asesinatos para sufrir la violencia de la ultraderecha. El Colectivo 1984 está formado por un grupo de jóvenes de izquierdas de Pozuelo de Alarcón y Aravaca (Madrid). Ignacio, uno de sus miembros, alerta de las "agresiones de baja intensidad". La última la sufrió un chico el fin de semana pasado. "Un coche con cinco neonazis le abordó en plena calle y le dio una paliza. No sufrió heridas graves, pero esas agresiones también se sufren con mucha frecuencia", señala.
El caso más importante que han vivido los miembros del Colectivo 1984 ocurrió en las navidades de 2007, cuando una docena de fascistas agredió a cuatro de estos jóvenes, a los que llamó "rojos de mierda". Uno de ellos terminó en el hospital con el peroné roto. Los agresores fueron detenidos y está previsto que en unos meses comience la instrucción del caso. Mientras, la extrema derecha ya ha llenado Aravaca de pintadas amenazantes.
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