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Victorio y Lucchino ven China "no como fábrica sino como punto de venta"

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Los diseñadores sevillanos José Víctor Rodríguez y José Luis Medina, Victorio y Lucchino, en una entrevista con Efe, señalaron que nunca han pensado en fabricar sus prendas en China, país que consideran "no como una fábrica sino como un punto de venta" por sus emergentes clases media y media-alta.

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Esta idea, sumada a la de abrir nuevos mercados en Rusia, donde ya han presentado una colección antes que en el resto de Europa, y otras economías emergentes es uno de los antídotos de los diseñadores sevillanos para combatir la crisis, de la que confesaron que "también afecta a la creación".

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Otra receta para combatirla es la suma de "creatividad, imaginación y optimismo" porque, coincidieron, "en la moda es pecado hablar de crisis, porque vendemos sueños y glamur" y se precisan grandes dosis de "imaginación y positivismo".

"Una etiqueta hecha en Europa se vende mejor que una hecha en China, un bolso hecho en Ubrique se venderá mejor que uno hecho en China", según los diseñadores, quienes admitieron que la crisis económica influye decisivamente también en los diseños.

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Por influencia de la crisis, las faldas se prolongan y se hacen más largas, se emplea más tejido en las prendas y tejidos más ricos, y las colecciones de invierno se hacen "más lujosas, con pieles y pedrerías, como si se tratara de un grito para que no pierda el glamur", según explicaron.

"En el diseño se refleja todo, la crisis y los sentimientos", según José Luis Medina, quien asegura que "la moda es fiel reflejo de la sociedad; y a veces expresamos ideas sin saber cómo han surgido", por influencia de su entorno más directo.

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