Villar ignora al CSD y agiliza su Liga

Fiel a sí misma, la Real Federación Española de Fútbol (RFEF) no se inmuta. Siempre ha exhibido sin pudor su nula disposición a modificar los discriminatorios artículos de sus estatutos en los que no se contempla la posibilidad de que las jugadoras sean profesionales y ni siquiera hace caso a los requerimientos del Consejo Superior de Deportes (CSD) al respecto.

Hace veinte días, el CSD envió a Ángel Villar, presidente federativo, una propuesta de modificación del reglamento de la RFEF, concretamente de los tres artículos que conculcan la Ley de Igualdad. El organismo que dirige Jaime Lissa-veztky aún no ha recibido respuesta. Y, como mínimo, tardará dos meses en tenerla.

"Estos asuntos dependen de la Comisión Delegada, que lo tratará en su próxima reunión", asegura Vicente Temprado, presidente del Comité Femenino de la Federación. Dicha Comisión se reúne con periodicidad trimestral. Como hizo en Trujillo el pasado marzo, todo indica que pasarán al menos dos meses hasta que vuelva a convocarse. Sorprendentemente, Temprado es la primera voz federativa que, tímidamente y sin plazo concreto, se muestra dispuesto a atender la demanda de las chicas. "No veo que haya problema", asegura.

La reivindicación igualitaria tiene su origen en la denuncia realizada por María José López, presidenta del Cáceres. El equipo extremeño recibió muchos apoyos, y así nació la Asociación de Clubes Femeninos, que también ha solicitado una entrevista con Villar. Ha recibido la misma respuesta que el CSD. Ninguna.

Ley del Deporte

El silencio no ha conllevado, sin embargo, la inacción federativa. Villar ha aprovechado el revuelo mediático para reactivar un proyecto aprobado en la Asamblea de 2008: la creación de una Liga Femenina que arranque el próximo septiembre y cuyo motor principal sean los clubes profesionales masculinos de Primera. Ignacio Quereda, seleccionador femenino y encargado de contactar con los actuales equipos de la Superliga para intentar convencerlos de que se adhieran al nuevo torneo, reconoció que esta maniobra de la Federación es "un poco consecuencia de esa reivindicación [del Cáceres y de los que le apoyan]".

Villar tampoco se ha querido reunir con la Asociación de Clubes Femeninos

De lo que prefiere no hablar Quereda es de la profesionalización de las futbolistas: "Eso son temas en los que yo no puedo entrar ni conozco. Son asuntos burocráticos que, más que una cuestión de estatutos, yo creo que están relacionados con la Ley del Deporte".

No opina igual el CSD, que en su propuesta a la Federación la insta a añadir tres veces la P de profesional a la F de femenino en otros tantos artículos de los estatutos.

Villar no ha contestado, pero a la hora de desempolvar la Liga femenina (LFF) aprobada hace un año, ha encargado a una empresa, Seyer Gestión, la elaboración de un plan director sobre la comercialización de esa futura competición. La grafía y propuestas del documento que han recibido algunos clubes y organismos públicos tienen un innegable aroma al trabajo que desarrolla la Liga de Fútbol Profesional (LFP).

"Claro, esa es un poco la tendencia", reconoce Quereda. Morón no pronuncia la palabra profesionalización. Prefiere hablar de "fútbol femenino más serio".