Este artículo se publicó hace 14 años.
Una visión errónea que puede hacer mucho daño
Los ataques retrasan la recuperación económica prevista
Àngel Ferrero
Noviembre fue nefasto para los títulos españoles, ya fueran acciones en bolsa o deuda pública. Ahora, con el mercado un poco más calmado, cabe preguntarse cuál es el daño que estas turbulencias pueden causar a la economía real. ¿Cuánto tarda en filtrarse a los bolsillos de los ciudadanos un ataque especulativo?
"La aritmética de la sostenibilidad de la deuda pública dice que el tipo de interés real de una economía tiene que ser igual al potencial real de crecimiento de esa economía", explica José Carlos Díez, economista jefe de Intermoney. ¿Qué quiere decir esto? Si se coge toda la deuda española que no ha vencido aún (obligaciones emitidas hace décadas o más recientes, bonos que salieron al mercado cuando no había estallado la crisis y posteriores...) y se calcula la rentabilidad media que se está pagando por ella, no debe superar lo que se espera que crezca la economía. De otro modo, cuando el crecimiento del país recobre brío, los intereses de la deuda (que salen de los impuestos de los ciudadanos) se comerán ese crecimiento.
José Carlos Díez no ve preocupante que las nuevas emisiones sean más caras
"Si el tipo medio de la deuda española está en el 2,2% y la inflación está también en torno al 2%, el interés real que se está pagando es cercano a cero", comenta Díez. "Yo creo que el potencial de crecimiento de la economía española es más que cero", ironiza. "Es claramente superior". Por eso no ve preocupante que las últimas emisiones de deuda estén saliendo más caras.
Para Gustavo Nombela, analista de la Fundación Ideas, las turbulencias de los mercados "tardan en filtrarse a la economía real, aunque sin duda acaban pasando factura. El canal más directo es el sistema bancario". Cada vez que el dinero huye de España, uno de los sectores más castigados es la banca, por ser propietaria de buena parte de los títulos de deuda pública española. En las dos ocasiones en que esto ha ocurrido, coincidiendo con los rescates de Grecia e Irlanda y los temores del contagio a España, la banca internacional ha dejado de prestar dinero a la española. "Al cerrarse los mercados mayoristas, sube el Euríbor y se provoca un encarecimiento de la financiación de las empresas y de las familias. Por eso el problema grave es que se cierren los canales de financiación", explica. "Aquí no ha habido agujeros gordos como las subprime y, sin embargo, se han cerrado los mercados a los bancos españoles por ser españoles".
Gustavo Nombela: "La incertidumbre retrasa decisiones de consumo"
Otra de las vías por las que se filtra el sentir de los mercados, por erróneo que sea, es "la incertidumbre" que provoca en los ciudadanos, añade Nombela, algo "que puede retrasar decisiones de consumo" y, con ello, la recuperación económica prevista.
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