Este artículo se publicó hace 17 años.
Visto para sentencia el juicio contra dos españoles por ultraje a la bandera letona
El juicio contra dos jóvenes españoles, Miguel Ángel López Beltrán y Edén Galván Suárez, acusados en mayo pasado en Letonia de ultraje a la bandera, quedó hoy visto para sentencia.
Según informaron fuentes de la embajada española en la capital letona, Riga, se prevé que los jóvenes únicamente tengan que pagar una multa en metálico de 3.800 euros, que ya quedó sufragada por la fianza que abonaron los inculpados en junio.
El cónsul de España en Letonia, Bernardo Pérez, se mostró convencido de que "no habrá sorpresas de última hora" e indicó que el acuerdo al que llegaron los abogados de los españoles con la Fiscalía simplemente "tiene que ser ratificado por el juez".
El diplomático opinó que la vista de hoy fue "algo puramente formal" y agregó que "no se llegó a entrar en el fondo de la cuestión".
Durante el juicio celebrado esta mañana, ambos españoles estuvieron acompañados por el cónsul, que siempre confío en que el incidente quedara en una simple reprimenda.
Los españoles, que tras abandonar el tribunal regresaron al hotel a comer y descansar, "desean únicamente que acabe todo" para volver mañana mismo a España.
Los jóvenes, que permanecieron en custodia en Riga entre el 16 de mayo y el 4 de junio de este año, fueron detenidos en la capital letona junto a cinco estudiantes portugueses.
La Policía los detuvo después de ser avisada de que varios extranjeros, al parecer ebrios, supuestamente habían descolgado y pisoteado una bandera letona en el malecón del río Daugava.
Al ver a los agentes, los jóvenes habrían arrojado al río dos banderas, que posteriormente fueron rescatadas por los bomberos, y además se les decomisaron otras tres enseñas, que habían quitado de unos barcos atracados en un muelle.
Según relató el onubense Miguel Ángel López nada más llegar a España en junio y tras 19 días en prisión, los hechos ocurrieron cuando fue a visitar junto a unos amigos el centro histórico de Riga.
"Vimos que había colgadas en las farolas unas banderas, como si fuesen carteles electorales, y decidimos coger algunas sólo como recuerdo", dijo.
El joven, estudiante de ingeniería, insistió en que "solamente íbamos con ellas en la mano, sin ofender a nadie".
A partir de entonces, "vinieron cosas tremendas, como que nos detuvieron sin leernos los derechos, hasta que nos dijeron que podíamos estar en la cárcel hasta tres años, y entonces se nos vino el mundo encima", afirmó.
Para López, su detención y la de sus compañeros y su posterior ingreso en prisión fueron "desproporcionados".
También el cónsul vio "desproporcionada" la reacción de las autoridades y criticó duramente el comportamiento de la Policía de ese país báltico, miembro de la Unión Europea desde 2004.
"Los españoles no podían hacer llamadas ni elegir a un abogado. Estaban incomunicados. Aunque la atención era mejorable, ellos no sufrieron malos tratos. En cambio, uno de los estudiantes portugueses que les acompañaban sí recibió una paliza", agregó.
Según el consulado, los dos españoles admitieron haberse llevado banderas letonas como recuerdo, pero rechazan la acusación de ultraje a la enseña estatal de ese país báltico.
Asimismo, López lamentó el trato recibido de manos de la Justicia letona: "Nuestro propio abogado nos decía que nuestro caso es especialmente duro, peor que el caso de un inglés que agredió con un spray a un policía y fue puesto en libertad a las 48 horas".
En un comunicado, ambos españoles explicaron que el abogado les había comentado que el caso es "realmente extraño, que parecía movido por intereses políticos, y que él nunca antes había tenido precedentes de un caso igual en sus más de 20 años de carrera profesional".
El onubense se mostró confiado en su momento en que "todo quede en una multa o una sanción porque lo que hicimos ya lo hemos pagado con creces, y fue una chiquillada como muchas que se hacen".
En junio, representantes del Ministerio de Asuntos Exteriores se reunieron con el embajador de Letonia en España con el fin de transmitirle la "preocupación" del Gobierno español.
Tras esas consultas, el diplomático letón medió ante las autoridades de su país para facilitar la liberación de los españoles.
Asimismo, el embajador y el cónsul españoles en Letonia llevaron a cabo una serie de gestiones para resolver la situación de los jóvenes detenidos.
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