Este artículo se publicó hace 16 años.
«Vivíamos solos y ahora estamos con los padres»
"¿O tenemos piso o vivimos?". Tal fue el dilema que llegaron a plantearse Óscar Hernández (25 años, delineante) y Laura Estudillo (21, esteticién) cuando se vieron ahogados por el alquiler de 800 euros mensu
"¿O tenemos piso o vivimos?". Tal fue el dilema que llegaron a plantearse Óscar Hernández (25 años, delineante) y Laura Estudillo (21, esteticién) cuando se vieron ahogados por el alquiler de 800 euros mensuales de su piso en Castelldefels. Así que después de un año viviendo en pareja, decidieron volver a casa de sus padres porque no cuadraban las cuentas. "Entre los dos ahorrábamos unos 50 euros mensuales, y con eso no podíamos ni comprarnos unos tristes tejanos o salir a cenar un día con los amigos", explica Hernández. "Y claro, cuando se estropeaba la lavadora o la nevera, ya se nos rompían totalmente los esquemas; debías recurrir a la familia", añade.
Comer se convertía casi en un lujo. "Nos gastábamos unos 300 euros mensuales en comida para casa. Pero es que luego, como trabajamos en Barcelona, se nos iban otros 300 euros en menús", concreta. "A eso hay que sumarle los gastos en transporte público", añade Estudillo.
"Así que la pareja decidió resetear su vida y ahora, cada uno por su lado, sueñan con ahorrar unos 6.000 euros para poder entrar a vivir en otro piso de alquiler. "Calculamos que con el mes de entrada, el mes para la inmobiliaria y la fianza se nos irá la mitad del dinero, ¡sólo para entrar a vivir!, pero podremos asumirlo", explica este joven que ya ni se plantea el poder comprar una vivienda. "Y mucho menos tener un hijo. ¡El gasto se multiplicaría por cinco! Pañales, leche, potitos, médicos, más tarde su educación".
El año de espera, eso sí, será largo. "De vernos cada día, y convivir bajo el mismo techo, ahora sólo nos vemos los fines de semana", explica Laura. De modo que la factura del teléfono móvil, según Hernández, se ha multiplicado por tres.
Mientras tanto ambos aprovechan para formarse. Óscar ha realizado ya un curso general de dibujo en tres dimensiones y hará otro de arquitectura. Laura busca entre las ofertas de formación en ciclo superior. El objetivo es progresar en sus respectivos puestos de trabajo: "No estudiamos por capricho, sino para promocionarnos y ganar algo más", concreta Hernández. D
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