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El volcán herreño llega a su cuarto mes entre la incertidumbre científica

EFE

La erupción volcánica en aguas de El Hierro llega a su cuarto mes sin despejar la incertidumbre entre los científicos, pues mientras una parte cree que el proceso eruptivo pierde intensidad otros no ven indicios de que esté acabando y opinan que la fase eruptiva sigue activa.

Las distintas visiones científicas se reflejan incluso en la fecha de inicio de la erupción volcánica en el Mar de las Calmas, que para el Instituto Geográfico Nacional y el Consejo Superior de Investigaciones Científicas comenzó el 10 de octubre, mientras que para el Instituto Volcanológico de Canarias lo hizo dos días después.

Ello se debe, según dijo a Efe Nemesio Pérez, del Instituto Volcanológico de Canarias (Involcan), a que para este organismo científico la erupción comienza cuando se percibe la decoloración en el agua del mar provocada por la emisión de gases volcánicos, mientras que para las otras instituciones lo hace en el momento en que surge la señal de tremor.

Nemesio Pérez, que también es el director de la División de Medio Ambiente del Instituto Tecnológico y de Energías Renovables (ITER) del Cabildo de Tenerife, puntualiza que puede haber señal de tremor sin que se haya producido aún la erupción, que es cuando hay descarga de material magmático.

Para Carmen López, directora del Observatorio Geofísico del Instituto Geográfico Nacional (IGN), el volcán submarino herreño "da muchos cambios" y aunque en las últimas semanas se han registrado un par de sismos superiores a la magnitud 3 en la escala de Richter, en general la sismicidad es baja y estos últimos movimientos no son nada sintomático.

Ello no significa que se pueda producir una aceleración o una intensificación del proceso, señala Carmen López, quien puntualiza que en todo caso la señal de tremor mantiene un bajo nivel de fondo y a veces se muestra más irregular, lo que coincide con la emisión de cenizas del volcán, que provoca más pulsos.

Añade la investigadora que en la red de medición instalada en El Hierro no se han registrado nunca datos compatibles con una nueva erupción al norte de la isla y considera que el proceso eruptivo general se estabiliza o pierde intensidad, aunque "es verdad que está siendo más largo de lo esperado".

La deformación del terreno permanece también estable, la sismicidad respecto a meses anteriores es menos energética y el tremor es menor por lo que no hay indicios "a día de hoy" de una reactivación eruptiva, lo que no significa "que no la pueda haber", afirma López.

Apunta también que científicamente el fenómeno eruptivo en El Hierro tiene mucho interés y está proporcionando muchos datos valiosos para mejorar la vigilancia volcánica en el futuro.

Para Joan Martí, investigador del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) adscrito al Instituto de Ciencias de la Tierra "Jaume Almera", la tendencia de la erupción es a ir declinando y relajándose cada vez más hasta que se pare, pero lo que no se puede decir es cuánto va a durar este proceso.

"Hemos llegado al cuarto mes, lo que la convierte en la erupción más larga de las históricas en Canarias con la excepción de Lanzarote en 1730", precisa Martí, quien sostiene que "los síntomas" apuntan a que el proceso va a ir cada vez a menos, como indica la propia composición del magma.

Al respecto, señala que ha variado bastante el grado de cristalinidad de las rocas pues, al principio, cuando el magma era más caliente sólo tenía alrededor de un 5 por ciento de cristales, mientras que ahora esta composición es casi del 50 por ciento, un indicador de que aparentemente no hay recarga de magma más profundo.

Añade Joan Martí que no hay medios técnicos ni científicos para calcular qué cantidad de magma queda por salir y explica que lo único que se puede hacer es continuar la vigilancia, ya que con un volcán submarino el acceso al edificio y al cono "es muy difícil".

Ahora, con una fase más avanzada de la erupción, se puede dedicar más tiempo a analizar e interpretar la información recopilada y los científicos esperan tener en breve un modelo conceptual para explicar cómo se ha producido esta erupción y dar la respuesta a si existe otro foco eruptivo.

Martí afirma "como opinión personal" que la erupción está en la fase final.

Por el contrario, Nemesio Pérez, de Involcan, opina que "el sistema sigue en fase eruptiva" ya que, para considerar que se ha entrado en la etapa final del proceso, deberían darse una serie de datos "observables" que "hoy por hoy no se dan".

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