Este artículo se publicó hace 15 años.
"La voz de Marc sirvió de conjura"
Carlos Jiménez. El capitán del oro en Japón ya no está. Su ausencia se nota
Falta el capi. Cuando comenzó la concentración de la selección en San Fernando todos los jugadores fueron interrogados por la ausencia de Carlos Jiménez.
El jugador de Unicaja era una bisagra que unía las distintas familias que había en el grupo. Además de su papel dentro del vestuario, su entrega en la cancha contagiaba a todo el que le acompañaba en el quinteto. Con la plata de Pekín en el cuello, dijo basta. Habían sido casi diez veranos sin descanso coleccionando medallas con la roja. Ahora, concentrado en Marbella con su equipo, confía a ciegas en la fuerza del colectivo y cree que todavía hay tiempo para cambiar la tendencia.
¿Qué le parece la imagen de la selección en lo que llevamos de campeonato?
Es evidente que está pesando mucho la presión. Siempre pesa llevar la mochila del favorito. Ha habido circunstancias que no han ayudado: poco tiempo para adaptarse a los métodos de Sergio, lesiones... Todo eso ha ido rebajando la confianza y se ha transmitido cierta debilidad a los rivales.
Es la primera vez que este grupo se ve apabullado por las exigencias.
Eso tiene que ver mucho con el entorno, hay ocasiones en las que no se puede controlar. Lo que transmite esta selección ha hecho que se genere un ambiente eufórico.
¿Cree que se ha acabado el buen rollo en el grupo?
Para nada. Lo único es que se han conseguido malos resultados y se ha jugado peor. Se ven caras serias, pero es producto de la tensión. Se estaba acostumbrado a que todo siempre saliera bien. Tampoco ahora que las cosas no salen tan bien hay que tirar piedras contra tu tejado.
¿Cómo hubiera actuado Carlos Jiménez, capitán de la selección, después de la rajada de Marc Gasol?
Pues igual que si hubiera sido un compañero más. Hay que comprender el contexto, se había perdido un partido importante. Hay que darle relativa importancia a ese asunto. Se ha hecho demasiado hincapié en esas declaraciones. Creo que hasta esas declaraciones han tenido un punto positivo. Ha sido como una conjura, se han tomado las cosas con más serenidad. Con Lituania ya se comprobó que las cosas empezaron a salir mejor.
Es unánime la opinión de que se le echa de menos tanto dentro como fuera de la pista
A mí también me ocurre. Han sido muchos veranos compitiendo y logrando cosas maravillosas con ese grupo. Pero ahora no hay que estar pendiente de mí, ni pensar qué pasaría si estuviera allí. Esto es ley de vida, unos van saliendo y otros van llegando. Hay que darles todo el apoyo posible para que puedan terminar el campeonato todo lo bien que puedan.
Estuvo en Sevilla con ellos durante un partido de preparación. ¿Ha mantenido contacto con el equipo en estos días de competición?
No, ninguno. Les veo por televisión. Creo que no sería conveniente que hubiera comunicación con alguien que ya no está en el grupo. No aportaría nada. Ellos están lo suficientemente capacitados para arreglar los pequeños problemas que surjan y mejorar el rendimiento en la cancha. Yo estoy en mi pretemporada con el Unicaja y es eso en lo que estoy centrado.
Lo que sí parece ser cierto es que Scariolo intentó convencerle para que reconsiderara su decisión de dejar la selección.
Bueno, él me llamó para felicitarme cuando nació mi hija. Hablamos de los planes que yo tenía para el verano y le insistí en que era consecuente con la decisión que tomé en el momento en que finalizaron los Juegos Olímpicos de Pekín.
Comentarios de nuestros suscriptores/as
¿Quieres comentar?Para ver los comentarios de nuestros suscriptores y suscriptoras, primero tienes que iniciar sesión o registrarte.