Vuelven a la carga los Cazafantasmas

"¿A quién vas a llamar? ¡A los Cazafantasmas!", cantaba Ray Parker Jr. a todas horas y en todas partes. Era 1984, MTV y la cultura del videoclip estaban en su apogeo, y todos soñábamos con ser hackers y entrar en los ordenadores del Pentágono con nuestro spectrum. Mientras tanto, una nueva generación de cómicos, los Aykroyd, Murray y Ramis, estaban redefiniendo el cine, el humor y la estética de la década. El director de la saga Los Cazafantasmas, Ivan Reitman (Eslovaquia, 1943), recibió ayer un homenaje en el Festival de Sitges por el 25 aniversario de uno de los grandes iconos pop.

¿Dónde reside su encanto? "El humor. Los efectos especiales fueron maravillosos, pero lo importante era el humor de la historia. Esa combinación era única y fresca, algo muy difícil de conseguir", dijo ayer Reitman en rueda de prensa. Era algo que el director buscaba desde los inicios de su carrera. "Mi primer filme, Mujeres caníbales (1973), ya lo intentaba, y, aunque acabó en desastre, por lo menos a su protagonista, Andrea Martin, le dieron un premio en este mismo festival ¡Fue el único que ha recibido en su vida!", continuó.

"El humor no cambia según la generación, sólo lo hace el lenguaje"

Entre el fracaso y el éxito absoluto, hizo Los incorregibles albóndigas, El pelotón chiflado... "Es obvio que cada filme es hijo del contexto en el que se realiza. Los Cazafantasmas no es una excepción. Se habla mucho de los ochenta, pero el humor no cambia de generación en generación sólo lo hace el lenguaje", explicó. Tendrá que adaptarse a la jerga actual, pues en Hollywood lleva tiempo hablándose de una tercera parte de las aventuras de los cazadores de ectoplasmas. "Ahora mismo soy más optimista que hace dos semanas. Fui el director de las dos primeras, así que sería doloroso que no lo fuera de la tercera. Si se hace, creo que todos repetiremos".

Sin embargo, el gran titular que nos brindó este canadiense de adopción, que a sus 63 años sigue mostrándose socarrón y pícaro, fue político. Como lo oyen: "Arnold Schwarzenegger acababa de estrenar Depredador y nos encontramos en una estación de esquí. Se acercó y me dijo: ¿Tú eres el tío de Los Cazafantasmas? Pues yo podría ser un cazafantasma. Entonces me di cuenta de que quería hacer una comedia y, lo que es más importante, que sabía hablar inglés". El resultado fue Los gemelos golpean dos veces. "A menudo me dice que nunca habría sido gobernador de no ser por esa película y las otras dos que hicimos juntos, Junior y Poli de guardería. La gente dejó de verlo como un músculo".

Gracias a Reitman, existe el cine de Cronenberg, pues produjo sus filmes

Puede que todo esto suene a broma, pero Reitman también es un tipo serio. Tanto que, gracias a él, existe un señor llamado David Cronenberg, al que produjo sus dos primeros filmes, Vinieron de dentro de (1975) y Rabia (1976). "Ambos éramos de Toronto y estudiábamos juntos. Éramos, y somos, buenos amigos y le ayudé a conseguir el dinero en sus inicios. Es maravilloso comprobar cómo has colaborado a desarrollar un talento tan descomunal", dijo ayer.

En el siglo XXI hizo lo propio con Todd Phillips, director del taquillazo del año, Resacón en Las Vegas. "Quise producirla y él quería que lo hiciera, como sucedió con Viaje de pirados. Pero Warner Brothers se dio cuenta de lo buena que iba a ser la película y no me dejaron meter baza". Por si acaso, el relevo está garantizado con su hijo Jason, director de Juno. "No deja de darme consejos una y otra vez a mi pesar", concluyó mientras, de fondo, la señora Reitman estallaba en una sonora carcajada.