El técnico del Arsenal, el francés Arsene Wenger, aseguró que si no creyera que su equipo era capaz de ganar tanto la "Champions" como la "Premier", hoy no estaría "sentado", en el estadio de Anfield, la víspera a la segunda eliminatoria de cuartos de final contra el Liverpool,

Wenger matizó no obstante que en el fútbol, la derrota "nunca es impensable".

Ambos equipos empataron 1-1 en su primera contienda de Liga de Campeones en el Emirates disputada el pasado miércoles.

Preguntado si el equipo que dirige su colega español Rafael Benítez había logrado sorprender a la formación de Londres, Wenger respondió que la sorpresa es algo "que siempre puede ocurrir", aunque se conocen muy bien. "Creo que este partido será diferente, porque al final uno de los dos tiene que marcharse de la competición", apuntó.

Sobre sus expectativas para la cita en Anfield de mañana martes, Wenger afirmó que si se le preguntara qué es lo que él quería, no diría necesariamente que quiere tener paciencia. "Quiero marcar tan pronto como podamos, pero si hace falta ser pacientes, lo seremos", dijo.

Wenger negó que el éxito de su plantilla recaiga tan sólo en los servicios del centrocampista español Cesc Fábregas y observó que creía que el éxito de encuentros como el de mañana se basaba en actuaciones "colectivas".

"El éxito recae en todo un equipo como una unidad y no hay que trasladar la presión a un solo jugador. Este equipo se ha construido para jugar de forma colectiva", observó.

Con respecto a las posibles claves que su plantilla podría emplear para ganar los cuartos de final, y clasificarse para las semifinales, Wenger nombró la "calidad" y la "convicción" del equipo.

En cuanto a la situación en la "Premier", donde el Arsenal vuelve a tener posibilidades matemáticas de concluir la campaña como campeón, a expensas de lo que hagan ahora el líder Manchester United y el Chelsea, aseguró que no ha perdido las esperanzas.

"Personalmente, sigo creyendo que terminaremos campeones en este torneo. Sigo pensando que lo haremos y el resultado de ayer es un aliciente, ya que si el Manchester United hubiera ganado (al Middlesbrough, equipo con el que empató a 2), hoy estaría convencido de que no podríamos ganar", dijo.

El galo dijo que "Si no creyera que todavía puedo ganar la Liga y la Champions, no estaría aquí sentado".

El francés admitió, también, nervios. "Tengo que decir que me encuentro físicamente inquieto y no porque quiera marcar sino porque estoy muy nervioso".

Se refirió al "factor Anfield", un estadio que puede intimidar al rival. "Hay pocas comodidades cuando juegas fuera de casa, pero no importa demasiado. Se enfrentan dos equipos, el apoyo es para ellos. Acepto que será difícil que las gradas se mantengan en silencio, pero al final todo se reducirá a cómo juguemos el partido", opinó.

El Arsenal, mañana, afrontará la segunda eliminatoria con "una actitud positiva" en lo que será, dijo, "un partido muy emocionante, con dos equipos presionados, lo que es normal a estas alturas de torneo. Al final, el rendimiento del día del partido determinará el resultado".

Al ser preguntado si sus hombres habían practicado los penaltis, en previsión de una posible tanda resolutoria, comentó: "técnicamente, estamos preparados, pero lo que importará mañana es lo que hagamos en el partido".

Despejó la duda principal de su plantilla, el delantero holandés Robin Van Persie, al confirmar que el jugador había viajado a Liverpool y que está "en forma" para jugar.

También quiso puntuar que sentía que en los últimos partidos disputados ante el Liverpool, los "Cañoneros" habían sido "desafortunados" y señaló que en el fútbol la derrota nunca es "impensable".