Este artículo se publicó hace 16 años.
Ya son 10 los fallecidos y 34 los heridos por el terremoto de 6,6 grados cerca de Lhasa
Las autoridades tibetanas confirmaron la muerte de diez personas a consecuencia del terremoto de 6,6 grados en la escala de Richter que sacudió el distrito de Damxung, a 82 kilómetros de la capital de esta región autónoma china, Lhasa, y en el que, además, otras 34 resultaron heridas.
Las últimas informaciones aportadas por las autoridades habían indicado que los muertos eran nueve y los heridos 19, once de ellos muy graves, todos ellos residentes en la localidad más afectada por el seísmo, Yangyi, en la municipalidad de Gedar, dentro del distrito de Damxung.
Sin embargo, el vicepresidente de la región, Gong Puguang, citado por al agencia oficial de noticias china, Xinhua, afirmó que tras revelar esos datos se conoció el fallecimiento de un estudiante en una escuela del distrito de Nagarze, en la prefectura de Shannan, en una estampida ocurrida en plena evacuación del centro educativo y en la que otros 15 alumnos resultaron heridos.
Según Xinhua, la mayoría de los fallecidos y heridos son niños, mujeres y ancianos, ya que los hombres se encontraban trabajando en el exterior de las viviendas, cortando hierba de cara al invierno.
El terremoto se produjo a las 16.30 de ayer (8.30 de ayer, hora GMT) con un epicentro situado a 29,8 grados latitud norte y 90,3 grados longitud este y causó el desplome de al menos 147 viviendas.
Las autoridades locales pusieron en marcha un plan de emergencia tras el temblor y enviaron a la zona afectada a más de 700 agentes de Policía, oficiales, bomberos, médicos y geólogos, además de tiendas de campaña, comida y agua potable, y Pekín decidió desplazar a la zona a funcionarios de los ministerios de Asuntos Civiles y Economía para colaborar en las labores de asistencia.
Por contra, en Lhasa, que sintió la sacudida, la calma y la normalidad reinan en las calles, ya que el terremoto no produjo daños personales ni materiales e incluso las principales atracciones turísticas de la ciudad, el Palacio de Potala y el Templo de Jokhang, siguieron recibiendo visitantes tras el seísmo.
Tampoco se vieron afectadas las conexiones con la capital tibetana, donde su aeropuerto registra una actividad normal.
"El centro de Lhasa es relativamente seguro y no hay necesidad de tener miedo", subrayó el director del buró sismológico local, Zhu Quan, quien agregó que podrían producirse más réplicas en Damxung, pero que es poco probable que las construcciones del centro de la capital tibetana resulten afectadas.
Pese a todo ello, el Gobierno regional decidió cerrar las escuelas de Lhasa "por seguridad".
De hecho, la red sismológica nacional ha detectado quince réplicas, entre ellas, una de 5,2 grados registrada a las 20.10 horas de ayer (12.10 de ayer, hora GMT).
A primera hora de la mañana de ayer tuvo lugar en Kirguizistán, cerca de la frontera con China, un terremoto de 8 grados que causó al menos 80 muertos en este país y se pudo sentir en Xinjiang (región autónoma china al norte del Tíbet), donde no dejó heridos pero sí daños en 220 viviendas.
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