Este artículo se publicó hace 15 años.
Zanahorias y patatas sustituyen a la fibra de carbono en un coche de carreras
El uso de la fibra de carbono en la fabricación de automóviles de competición puede verse reducido al prosperar las investigaciones de la universidad inglesa de Warwick, que ha creado, en colaboración con el Instituto Tecnológico del Plástico (Aimplas), un coche de carreras con materias primas como zanahoria, soja, patatas y yute.
El proyecto "World First Racing", presentado hoy al público en Valencia coincidiendo con la celebración del Gran Premio de Europa de Fórmula Uno, pretende demostrar la validez de los materiales procedentes de fuentes renovables en las condiciones de uso más exigente.
Al frente de este proyecto está James Meredith, un ingeniero con una "considerable experiencia" en la industria del automóvil, que cuenta con la supervisión de Kerry Kirwan y Steve Maggs.
Según aseguran fuentes de Aimplas, con esta iniciativa "se reduce la dependencia del petróleo para la fabricación de polímeros y se apuesta por los procesos productivos más sostenibles".
La industria del motor, reclaman sus responsables, tiene que ser ahora más sostenible desde el punto de vista medioambiental y evitar de igual modo "cualquier pérdida en el rendimiento".
En el mostrador donde se exhibe el bólido, un gran panel explica cada una de las partes del vehículo y su procedencia; por ejemplo, el sillón del piloto está hecho con "fibras de lino, aceite de soja y tejido de espuma de poliéster reciclada", mientras que los espejos y el frontal delantero proceden de fécula de patata y fibra de lino.
Este último material compone también los paneles laterales junto a la resina de botellas recicladas; los motores son de dos litros turbodiesel y biodiesel de calibración, y el volante está fabricado con polímeros derivados de la zanahoria y otras hortalizas de raíz.
Asimismo, se están desarrollando unas almohadillas de anacardo para evitar que los frenos sean de carbono; los radiadores están recubiertos con un catalizador que convierte el gas ozono en oxígeno, mientras en las ruedas se han eliminado los policíclicos aromáticos y el lubricante está hecho a base de aceite vegetal.
Según ha explicado hoy el responsable del departamento de Composites de Aimplas, Enrique Díaz, se trata de una iniciativa que pretende demostrar que realmente puede fabricarse "un coche de competición sostenible a partir de materiales que provienen de fuentes renovables, con materiales reciclables que son respetuosos con el medio ambiente".
Díaz ha señalado que la colaboración del instituto tecnológico, con sede en Paterna (Valencia), se centra en un difusor anterior -situado a ambos lados del alerón en el frontal del coche- construido "a partir de tejido de yute y polímero que proviene del aceite de soja".
Según ha remarcado este experto valenciano, se trata de una pieza "de gran resistencia y que puede montarse en un coche de alta competición, como éste que es de Fórmula 3".
El bólido, que será sometido mañana a una prueba, puede visitarse hasta el próximo domingo en el expositor del Aimplas y la Universidad de Warwick ubicado en el área denominada "Beach Park" de la playa de La Malvarrosa, una de las zonas de ocio anexas al recinto del circuito urbano de Valencia en el puerto.
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