Zapatero da la señal para las fusiones de las cajas

La reestructuración de las cajas de ahorros españolas parece estar más cerca. El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, reconoció ayer que hay algunas entidades "en problemas" a las que el Ejecutivo apoyará financieramente e "invitará" a participar en fusiones.

"Vamos a hacer un esfuerzo de apoyarlas financieramente, de respaldarlas, y también de invitarlas a hacer reestructuraciones, fusiones, para que el sector tenga el tamaño que después de la crisis va a necesitar", dijo, en una entrevista en TVE.

Zapatero dijo que "la mayoría" de las cajas españolas está "respondiendo bien" a la compleja coyuntura, pero matizó que hay algunas entidades con problemas a las que el Gobierno ayudará para que "puedan transitar por estos dos o tres años que tenemos por delante difíciles". Sobre los bancos, Zapatero dijo que "los grandes y los medianos" están aguantando "muy bien".

El jefe del Ejecutivo quiso enviar un mensaje "de seguridad" y destacó que "afortunadamente" el sistema financiero español está aguantando "muy bien" la crisis.

Respecto al fondo de rescate del sistema financiero que prepara el Gobierno, Zapatero reiteró que el Ejecutivo busca llegar a acuerdos con el resto de grupos políticos antes de enviar el correspondiente decreto ley al Parlamento. Se espera que el plan de rescate, que parece contar con el respaldo de los dos partidos mayoritarios, se termine de diseñar después de las elecciones europeas de mañana.

El presidente de Catalunya, José Montilla, dijo ayer que "los gobiernos y el sector" ya están "trabajando en una reestructuración que garantice un sistema financiero con la máxima solvencia y capacidad para competir en el futuro".

Montilla, que instó a las entidades a "prepararse para poder competir dentro del nuevo orden financiero que surgirá de la crisis", dijo que se están poniendo en marcha los instrumentos públicos desde el Gobierno central para facilitar la reestructuración del sector, "ya sea con el apoyo del fondo de garantía de depósitos (FGD) o mediante el uso de recursos públicos".

El plan de reestructuración del Gobierno sólo contempla el uso de dinero público como última opción. La solución preferida por el Ejecutivo es la búsqueda de soluciones a escala privada, como las compras o las fusiones entre entidades. De no prosperar, se recurriría a fondos del FGD, que se sufraga con aportaciones de las propias entidades. Y sólo si esa vía fracasara, se recurriría a fondos estatales, previa intervención de la entidad afectada por parte el Banco de España.

Montilla remarcó ayer que el acceso a los fondos públicos, "del cual ya hace semanas que se habla", estará "condicionado a que las entidades hagan también un esfuerzo importante y adopten internamente procesos de reestructuración". El president de la Generalitat insistió en que el sistema catalán de cajas es fuerte y solvente, y reiteró que no considera necesario modificar el marco normativo de las cajas catalanas "con el pretexto de corregir deficiencias que se hayan detectado en alguna comunidad".

El Gobierno central también descarta que la nueva normativa para reestructurar el sector financiero suponga una modificación de la Ley de Cajas de Ahorros en cuanto a la competencia de las comunidades autónomas.

El Ejecutivo no sólo apuesta por la absorción de entidades con problemas por parte de otras que estén sanas. Las cajas han solucionado tradicionalmente sus problemas entre ellas y así han conseguido que no quiebre ninguna en su larga historia. En la crisis actual, esta salida se ha revelado insuficiente: hay apenas cinco o seis cajas con el tamaño y la fortaleza necesaria para hacerse cargo de otras que puedan tener problemas.