El presidente del Gobierno, José Luis Rodríguez Zapatero, considera que España está especialmente capacitada para jugar el papel de 'mediador fiable' en el nuevo orden internacional.

Zapatero expresa ese convencimiento en un artículo escrito para la Fundación Ideas, dirigida por el ex ministro Jesús Caldera, en el que subraya que una de las prioridades de la presidencia española de la UE será dar una voz fuerte a la Unión Europea en el mundo.

El jefe del Ejecutivo destaca que se está viviendo el momento fundacional de un nuevo orden internacional y subraya que España puede y debe jugar un papel importante en este proceso.

'Tenemos la oportunidad, la capacidad y la responsabilidad de hacerlo', recalca Zapatero, quien apuesta por reforzar el papel de Europa en el mundo como la mejor vía para potenciar también la presencia internacional de España.

A su juicio, 'España debe ser el puente y la puerta de culturas para Europa, y por su historia, cultura e identidad tiene vocación mundial', por lo que cree que debe seguir potenciando su relación con regiones como Iberoamérica, el Magreb, Asia y Estados Unidos (con cuyo presidente asegura que constató una 'total sintonía' en la reunión que mantuvieron en la Casa Blanca).

'Nuestro país tiene fortalezas sobre las que construir un proyecto de liderazgo exterior, en especial nuestro perfil de país multicultural y nuestra capacidad para servir de puente entre culturas y bloques regionales y actuar como mediador fiable', añade Zapatero.

En esa misma línea, interpreta que en un contexto de tensiones entre culturas como el actual, el mundo necesita una interlocución internacional fundamentada en la empatía y el diálogo, y opina que España 'está especialmente capacitada para jugar ese papel'.

España 'está especialmente capacitada para jugar ese papel'

Explica que de ahí que propusiera la iniciativa de la Alianza de Civilizaciones y haya defendido la presencia de España en las reuniones del G-20.

Zapatero destaca la importancia de que se consolide el proyecto europeo y estima que la aplicación del Tratado de Lisboa durante la presidencia española de la UE será una oportunidad única para lograr una Europa más efectiva y relevante para los ciudadanos.

El presidente del Gobierno llama a hacer frente a los retos que plantea el nuevo orden internacional y cita de forma especial entre ellos los grandes desequilibrios sociales y medioambientales que existen en la actualidad.