Este artículo se publicó hace 16 años.
Zapatero investido sólo con los votos del PSOE pero los grupos abren la puerta al diálogo
José Luis Rodríguez Zapatero ha sido investido hoy por segunda vez presidente del Gobierno en una sesión en la que sólo ha conseguido el respaldo de los diputados socialistas, aunque los grupos que se han abstenido, e incluso los que han optado por el "no", han dejado abierta la puerta al diálogo.
Después de que en la primera votación, el pasado miércoles, no lograse la mayoría absoluta necesaria, Zapatero ha obtenido la mayoría simple con 169 votos a favor, 23 abstenciones (CiU, PNV, CC, BNG, IU, ICV y Na-Bai) y 158 votos en contra (PP, ERC y UPyD).
No ha habido ninguna sorpresa en la votación y, finalmente, Zapatero se ha convertido en el primer presidente del Gobierno elegido por mayoría simple, aunque al abandonar el hemiciclo se ha mostrado "más contento que hace cuatro años".
En su discurso ante el pleno en la X sesión de investidura de la democracia, ha garantizado que su "pauta esencial de comportamiento" en la legislatura será el diálogo, y ha avanzado que, entre los "muchos escenarios de encuentro posibles", no descarta "cauces de colaboración estables y predecibles".
Buscará acuerdos tanto con los grupos que se han abstenido en su investidura, como con los que han votado en contra, y ha hecho mención especial del necesario apoyo del PP en cuatro áreas: una estrategia antiterrorista compartida por todos, renovar los órganos constitucionales, definir las prioridades de la Presidencia española de la UE en 2010 y modernizar la Administración de Justicia.
Entre sus promesas más relevantes, ha reiterado que el Gobierno responderá a los efectos de la crisis mundial sobre la economía española, "con urgencia, con medidas de alcance coyuntural y reformas y medidas a más largo plazo", promoviendo para ello un diálogo "inmediato" con los agentes sociales.
El líder del PP, Mariano Rajoy, ha respondido a la llamada de Zapatero y se ha mostrado predispuesto al acuerdo con el PSOE en política antiterrorista y exterior, modelo de Estado y sistema de protección social porque se trata de una "necesidad nacional".
Rajoy, muy preocupado por la situación económica, ha considerado "insuficientes" las medidas anunciadas por el jefe del Gobierno y le ha instado a que se tome en serio la situación.
En nombre de CiU, Josep Antoni Duran Lleida ha exigido a Zapatero que cumpla su compromiso de estudiar la viabilidad del trasvase del río Ródano (Francia) a Cataluña, pese a la postura en contra expresada por el presidente catalán, José Montilla.
Ha reiterado que la abstención de CiU será "crítica y vigilante" y que estará dispuesto al diálogo, mientras que el PNV ha calificado su postura de "comprometida, proactiva y constructiva".
El portavoz vasco, Josu Erkoreka, ha querido dejar claro que su formación no va a poner obstáculos a futuros acuerdos y ha tendido la mano al PSOE para que en la legislatura pueda alcanzarse un acuerdo para la normalización política del País Vasco.
Entre las formaciones minoritarias, IU, ICV, BNG, CC y Na-Bai han dejado la puerta abierta a posibles pactos con el futuro Gobierno con su abstención.
Incluso el portavoz de ERC en el Congreso, Joan Ridao, ha puntualizado que el "no de entrada" de su partido "no cierra ninguna puerta" al Ejecutivo; la única que no ha hablado explícitamente de diálogo en los próximos cuatro años ha sido la diputada de UPyD, Rosa Díez.
El portavoz del grupo socialista, José Antonio Alonso, ha explicado que el sentido político de la necesidad de una segunda votación para la investidura de Zapatero es que se cumplirá el programa del PSOE, y ha respondido a las manos tendidas garantizando la disposición al consenso.
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