Zaplana ofrece al Gobierno renunciar a debatir sobre ETA si admite sus errores

El portavoz parlamentario del PP, Eduardo Zaplana, ha anunciado que su grupo está dispuesto a no volver a poner "encima de la mesa" la cuestión de ETA si el Gobierno admite que su política antiterrorista fue errónea y apoya la iniciativa parlamentaria de su grupo para rechazar el diálogo con esta banda.

Zaplana ha adelantado en una rueda de prensa que en el debate de la proposición no de ley que debate el pleno del Congreso esta tarde va a tratar de "cerrar un capítulo" y "clausurar esta etapa equivocada" del Ejecutivo socialista sin incidir en los "errores del pasado" a través de un llamamiento al PSOE para que la apoye.

En esta propuesta, la tercera que en esta legislatura presenta el grupo popular sobre la misma cuestión, se pide la "revocación" de la resolución que la Cámara Baja aprobó en mayo de 2005 para apoyar el diálogo con ETA en ausencia de violencia y se insta al Gobierno a "renunciar a todo proceso de diálogo" con esta banda terrorista.

Eduardo Zaplana cree que, cuando la legislatura está a punto de acabar, sería "vital y fundamental" el acuerdo de las dos principales fuerzas políticas en una materia como el terrorismo, y ello al margen de lo que el Gobierno haya hecho en esta legislatura, que según ha remarcado "en el mejor de los casos era un error".

Su oferta la planteó en los siguientes términos: Al "reconocer" que su política "ha sido un error", el PSOE volvería a la "unidad" con el PP "y ya no volvería a estar este debate encima de la mesa".

El portavoz del grupo popular ha reivindicado el valor del Pacto Antiterrorista suscrito por el anterior Gobierno del PP con el PSOE y ha insistido en que los socialistas deben recuperar aquel acuerdo.

Por ello, la iniciativa del PP que se debate en la Cámara Baja también reafirma "que no hay más camino para el fin del terrorismo que la derrota de los terroristas por el Estado de Derecho".

Las dos anteriores iniciativas del grupo popular respecto a la revocación de la autorización del Congreso para hablar con ETA fueron rechazadas por todos los grupos parlamentarios.