Este artículo se publicó hace 15 años.
Zelaya expresa su disposición a resolver conflicto "por métodos pacíficos"
El presidente depuesto de Honduras, Manuel Zelaya, se manifestó hoy dispuesto a solucionar la situación que vive su país "por métodos pacíficos" y consideró que revertir el golpe de Estado que lo derrocó es un "desafío" para la comunidad internacional.
"Nuestra disposición de seguir utilizando métodos pacíficos para encontrar respuestas y soluciones a nuestro pueblo seguirá siendo el norte que guíe los destinos, las esperanzas y los sueños del pueblo hondureño", afirmó Zelaya en el acto de bienvenida que le ofreció el presidente mexicano, Felipe Calderón.
Zelaya llegó a México anoche para realizar una visita al país, por invitación de Calderón, en la que ambos analizarán la situación por la que atraviesa Honduras.
En su discurso de agradecimiento al mandatario mexicano por la bienvenida, el depuesto gobernante hondureño sostuvo que "falta mucho que hacer en la comunidad internacional" para resolver conflictos como el que atraviesa la nación centroamericana.
"Falta mucho por hacer" para que los principios democráticos defendidos por la Organización de Estados Americanos y Naciones Unidas, así como el código procesal penal de las cortes internacionales "prevalezcan sobre los intereses particulares que levantan símbolos de soberanía para violar los sagrados derechos naturales del hombre, la mujer y de los jóvenes", sostuvo.
El mandatario centroamericano citó entonces una frase célebre de uno de los próceres de México, Benito Juárez (1806-1872), "el respeto al derecho ajeno es la paz", como el norte de su pensamiento.
"Agradezco inmensamente la solidaridad que ha tenido el mundo entero, sus países, sus Gobiernos, los organismos de la sociedad civil, con el pueblo hondureño. Pero revertir este golpe significa un reto, un desafío para la propia comunidad internacional", advirtió.
También sostuvo que en Honduras el pueblo se ha mantenido por primera vez 34 días "en resistencia pacífica, civil, cívica" en las calles, con una huelga general de maestros, sindicatos y obreros, especialmente de la administración pública.
"Más de 60.000 maestros no llegan a las clases porque sienten vergüenza de explicarle a los niños cómo es ahora la forma de involución democrática que está padeciendo nuestro país", explicó.
Según Zelaya, en su país "hay instituciones del Estado que todavía no han podido ser tomadas por los golpistas" y "hay manifestaciones en forma permanente".
"Llevamos contadas en 33 día más de 200 tomas de carreteras, de lugares públicos por organizaciones campesinas, indígenas, patronales y pobladores en diferentes comunidades", a las que se suma el apoyo de "empresarios trabajadores y honestos, que han hecho su dinero en base al esfuerzo y no del privilegio".
Zelaya lamentó que la "resistencia heroica" del pueblo de su país haya "costado sangre a los hondureños", en alusión a los cuatro fallecidos hasta ahora en las manifestaciones, tres de ellos seguidores suyos.
Además, hizo hincapié en que aunque "el mundo conoce lo que pasa en Honduras", a la nación centroamericana "llega muy poca información de lo que pasa en su mismo territorio" por culpa del Gobierno de facto que lo derrocó a finales de junio.
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