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Acoso imparable a las redes P2P

El asedio a los usuarios se completa con el intento de cierre de varias páginas

BLANCA SALVATIERRA

El panorama de las descargas en Internet está más revolucionado que de costumbre en los últimos días. The Pirate Bay , un buscador de archivos ('torrents'), se enfrenta a uno de sus momentos más difíciles. Fundado en 2004, se calcula que tiene 10 millones de usuarios en todo el mundo (2,5 de ellos registrados) y recientemente ha alcanzado el millón de archivos indexados. Ante estas cifras, la fiscalía sueca, alentada por la industria discográfica, ha acusado a sus fundadores de 'promover violaciones por parte de otras personas de las leyes que protegen los derechos de autor'.

El hecho de que el buscador de The Pirate Bay se financie mediante publicidad ha hecho saltar las alarmas de un posible cierre, en claro paralelismo con lo que sucedió en España con Sharemula.com , una página de enlaces que fue cerrada bajo la acusación de ánimo de lucro por los beneficios que obtenía de la publicidad.

Finalmente, la causa fue sobreseída en una sentencia que contemplaba que estas páginas sólo contenían enlaces y no albergaban la obra sujeta a derechos. Pese al sobreseimiento y que ha vuelto a estar operativa, la alerta social que se generó por las informaciones contradictorias fue considerable.

En esencia, se trata del mismo caso que el de The Pirate Bay. Pese al cerco que se está poniendo a este tipo de páginas, el factor clave es que estos buscadores no almacenan los archivos que se descargan los usuarios. Se trata únicamente de un señalador que después redirecciona a las páginas desde las que sí se pueden descargar los contenidos, por lo que sus creadores se amparan en que no se les puede responsabilizar del material que se intercambia.

Campaña de desprestigio

Algunos expertos consideran que este tipo de acusaciones son en realidad una campaña de desprestigio contra el intercambio de archivos en la Red que la idea que subyace es la de intentar que las empresas dejen de anunciarse en este tipo de páginas. Uno de los fundadores de The Pirate Bay se ha mostrado incrédulo sobre el avance de este caso en unas declaraciones realizadas a la página de noticias TorrentFreak . 'Estamos interesados en ver el resultado del caso y damos la bienvenida a quienes quieren criminalizar algo que ya sabemos que es legal', explica.

A esta combativa declaración se ha sumado otra realizada por una de las organizaciones que respalda a esta web: 'Llevamos aquí varios años y vamos a estar aquí muchos más'.

En Alemania, mientras, páginas como RapidShare tampoco pasan por su mejor momento. La sociedad gestora de derechos de autor germana, GEMA, ha conseguido una importante victoria legal que ha hecho temer a los usuarios por el futuro de esta web.

Contenidos ‘limpios'

RapidShare ofrece un sistema de almacenamiento y distribución de archivos a través de Internet. El problema es que los archivos que suben los usuarios pueden estar sujetos a copyright. La solicitud de GEMA a RapidShare consiste en que, en primer término, elimine de sus servidores cualquier tipo de contenido que pueda suponer una infracción de los derechos de autor y, con posterioridad, coloque herramientas de filtrado para que los contenidos se mantengan ‘limpios'.

Por su parte, la compañía se escuda en que ellos no pueden hacerse cargo del control y rastreo de los archivos que suben los usuarios. La página continúa dando servicio con normalidad, por ahora.

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