Este artículo se publicó hace 15 años.
Los antepasados humanos no iban a cuatro patas
Un estudio cuestiona la tradicional imagen de la evolución de la locomoción humana
Los gorilas andan apoyándose en los nudillos. Los chimpancés, también. ¿Significa esto que los antepasados del ser humano también caminaban de ese modo? Hasta ahora se creía que sí, y así se ha representado hasta la saciedad en las ya icónicas tiras que resumen las etapas evolutivas del linaje humano, desde un chimpancé a cuatro patas a un humano erguido sobre dos piernas. Sin embargo, una pareja de antropólogos de la Universidad de Duke (EEUU) afirma que ambos géneros de simios africanos desarrollaron este modo de locomoción de manera evolutivamente independiente, lo que significaría que nuestro ancestro no se desplazaba como ellos. Los resultados del estudio se publican hoy en la revista PNAS.
Los que defienden que los ancestros humanos caminaban apoyando los nudillos señalan como prueba las similitudes presentes en los huesos de la muñeca y las manos de los humanos vivos y fósiles y los simios africanos. Los autores de este nuevo estudio han examinado en detalle la anatomía de 91 gorilas, 104 chimpancés y 43 bonobos, encontrando diferencias entre los dos tipos de primates. Mientras que los gorilas mantienen la muñeca recta, los chimpancés y bonobos presentan mayor flexibilidad en la articulación, lo que hace necesaria la presencia de estructuras que lo soporten.
Mientras que los gorilas mantienen la muñeca recta, los chimpancés y bonobos presentan mayor flexibilidad en la articulaciónPor otro lado, rasgos compartidos por ambos grupos y los humanos, que se pensaban eran consecuencia de este modo de locomoción, también están presentes en otras especies de primates totalmente arbóreas, como los lémures de Madagascar.
Según los autores del artículo, "algunas características de la mano y la muñeca encontradas en los fósiles, tradicionalmente interpretadas como indicadores de una locomoción sobre los nudillos, son en realidad pruebas de vida arbórea". Para ellos, los antepasados de los humanos bajaron de los árboles y comenzaron a andar erguidos. En su favor citan la ausencia en el registro fósil de humanos cuadrúpedos.
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