Este artículo se publicó hace 16 años.
Un Banco de Cerebros contra la depresión
Los investigadores deberán elaborar un protocolo único para gestionar la donación de cerebros en España y definir los criterios para su posterior conservación con fines científicos
¿Qué ocurre en el cerebro de una persona sin problemas para que caiga en una profunda depresión y, en cambio, otra que ha perdido a un ser querido, su casa embargada y su trabajo de toda la vida afronte el futuro con optimismo? ¿Qué alteraciones genéticas y bioquímicas se producen en la cabeza?. Se conocen algunas respuestas, pero no todas. Su investigación será uno de los principales objetivos del Banco de Cerebros, proyectado por el Ministerio de Sanidad.
Un equipo de investigadores de la Universidad del País Vasco (UPV) trabaja, en colaboración con la Universidad de Cantabria y el Hospital Sant Joan de Déu, en Barcelona, en el desarrollo de este proyecto, que estará dirigido en exclusiva a la investigación de enfermedades mentales, como la esquizofrenia, la depresión y el trastorno bipolar, para mejorar tanto su tratamiento como su prevención.
El propósito es que este Banco de Cerebros eche a andar en un año y medio. Antes, los equipos investigadores de dichos centros deberán elaborar un protocolo único para gestionar la donación de cerebros en España –como se hace ya con otros órganos– y definir los criterios para su posterior conservación con fines científicos.
El punto de partida
Explica el profesor de Neuropsicofarmacología de la UPV Koldo Callado: “Va a ser un trabajo de hormiguita, porque alguien puede donar su cerebro y morirse mañana o al cabo de 20 años”. Este equipo del que forma parte Callado recibió ya hace un año el encargo de coordinar el proyecto por su experiencia de más de 20 años en la recogida de cerebros humanos para su posterior investigación, gracias a un convenio de colaboración con el Instituto Vasco de Medicina Legal: “Conseguimos muestras normalmente de pacientes suicidas. El problema es que esto te da acceso a una cantidad de cerebros pequeña y restringida. El Banco será un salto cualitativo, ya que garantizará la posibilidad de acceder al cerebro completo para estudiarlo con más técnicas y más grupos de investigación. Otra ventaja es que así tendremos cerebros de pacientes perfectamente etiquetados con su historial”, explica Callado.
Según sus cálculos, “las enfermedades mentales van en aumento”. Calcula, en concreto, que para los años 2010-2020 “la depresión puede ser la segunda causa de baja laboral”. “Y sabemos que alrededor de un 15% ó 20% de la población va a experimentar algún síntoma depresivo. Son enfermedades que van unidas a los nuevos modos de vida en una sociedad más estresada”, concluye. Ante este horizonte, los científicos creen que, si son capaces de determinar los factores genéticos que hacen a una persona más vulnerable a estas enfermedades, podrán mejorar su prevención.
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