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Bebedor adolescente, adulto temerario

Las ratas que consumen alcohol en su juventud son más arriesgadas de adultas

NUÑO DOMÍNGUEZ

Las ratas que beben de adolescentes son más temerarias cuando se hacen mayores. Así lo ha demostrado un estudio que pretendía aclarar si la bebida deja marcas en el cerebro a largo plazo. Según los resultados, que publica hoy PNAS, los roedores que abusan del alcohol durante la adolescencia son mucho más propensos a jugar a 'doble o nada' que sus congéneres abstemios.

Estudios anteriores han demostrado que las personas adultas que abusaron del alcohol durante la adolescencia toman decisiones más arriesgadas que quienes no bebieron. Algunos expertos lo achacan a que las partes del cerebro donde reside la capacidad para tomar decisiones están aún en desarrollo durante la adolescencia. Sin embargo, no se ha demostrado que haya una conexión directa entre la bebida y los comportamientos temerarios a largo plazo. 'Nuestro experimento con ratas sostiene que hay una relación directa entre el consumo precoz de alcohol y una propensión a las decisiones arriesgadas', señala el investigador de la Universidad de Washington (EEUU) Nicholas Nasrallah, uno de los autores del estudio.

Los investigadores usaron un preparado especial de alcohol mezclado con gelatina. Durante 10 días, un grupo de ratas adolescentes de 20 días de edad consumieron el combinado, mientras otro grupo tomó gelatina sin alcohol. Ambos grupos fueron sometidos a una prueba de comportamiento para medir su tendencia al riesgo. El test presentaba a los animales dos palancas. Apretar la primera proporcionaba siempre dos azucarillos, mientras la otra daba cuatro, pero sólo de vez en cuando. La posibilidad de que tocase premio iba disminuyendo de un 75% de las veces a sólo un 25%.

Tres semanas después de la última copa de gelatina, y ya entradas en la edad adulta, las ratas bebedoras eligieron más a menudo la opción arriesgada. Otro grupo de ratas bebedoras se comportó exactamente igual tres meses después de su última dosis de alcohol. Este comportamiento les reportó menos azucarillos que a sus compañeras abstemias, que se mostraron más propensas a elegir la opción segura.

A pesar de las diferencias entre ratas y humanos, los autores piensan que el estudio puede mejorar el conocimiento de los efectos neurológicos de la bebida en los adolescentes y sus consecuencias posteriores en la edad adulta.

El consumo de alcohol está presente en el 40% de los accidentes de tráfico y aumenta el riesgo de que sucedan. Sin embargo, también podría disminuir el riesgo de morir tras un traumatismo craneal, según un estudio publicado hoy en ‘Archives of Surgery’. Los autores analizaron datos de 38.000 pacientes durante cinco años y hallaron que las personas con alcohol en la sangre tenían una posibilidad de sobrevivir dos puntos superior.

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