Público
Público

Bruselas pide el veto a la exportación de atún rojo

Japón compra el 80% de las capturas de la UE para elaborar sushi y sashimi

DANIEL BASTEIRO

La Comisión Europea propuso ayer prohibir con condiciones el comercio internacional del atún rojo, pescado en la Unión Europea sobre todo por las flotas española y francesa, y cuya sobreexplotación ha puesto a la especie al borde de la extinción. La prohibición supondría indirectamente una reducción muy importante en las capturas de la especie, ya que aproximadamente el 80% de las 7.104 toneladas de atunes rojos pescados por europeos en aguas del Mediterráneo y el Atlántico se exporta a Japón para la elaboración de sushi y sashimi.

La propuesta, que recoge parte de los llamamientos del Parlamento Europeo y asociaciones ecologistas, deberá ser debatida por los 27 Gobiernos para definir una postura única de cara a la reunión de la Convención sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestre (CITES) que se celebrará el mes que viene en Doha (Qatar), y donde la posición europea se considera determinante.

La propuesta de la Comisión propone un veto al comercio internacional a partir de 2011 para recuperar la especie, pero la prohibición no sería ni inmediata ni total. La flota artesanal y el comercio dentro de la UE se verían excluidos de un veto que sólo entraría en vigor el año que viene, tras una evaluación del estado de los caladeros que se hará pública en noviembre. Bruselas quiere 'garantizar un futuro viable tanto para la especie como para nuestros pescadores' mediante 'sacrificios a corto plazo', según la nueva comisaria de Pesca, Maria Damanaki.

España será el país más afectado si la propuesta sale adelante, ya que disfruta de una cuota de 2.525 toneladas en este año de las 13.500 para todo el mundo. Según el Ministerio de Medio Ambiente, Rural y Marino, casi 3.000 empleos directos están asociados a la pesca de atún rojo y algunas fuentes elevan hasta los 4.000 el número de puestos de trabajo indirectos implicados.

La ministra Elena Espinosa aseguró ayer en Bruselas que la propuesta 'encaja' en los planes de la presidencia española de la UE, que tendrá que discutir con el resto de Gobiernos europeos las modificaciones a la recomendación de la Comisión. En un mensaje de calma al sector pesquero, que rechaza el veto, Espinosa prometió que España pedirá 'ayudas en caso de que se prohibiera algún tipo de actividad'. España confía en salvar a los barcos que practican la pesca artesanal, que 'son los que menos incidencia tienen sobre cualquier recurso' y 'dejar abierta la posibilidad del comercio dentro del contexto de la UE', lo que reduciría más el impacto sobre el sector.

Asociaciones ecologistas y el grupo de los Verdes en el Parlamento Europeo apoyaron la propuesta de Bruselas, un giro copernicano respecto a hace sólo unos meses, pero reclamaron restringir al máximo las excepciones y promover un veto inmediato y no para 2011. 'Si la UE es seria en cuanto a cumplir los dictámenes científicos, tal y como asegura, debería apotar el cierre inmediato de la pesca de atún rojo y la prohibición de su comercialización internacional, en lugar de imponer condiciones y retrasos', aseguró Raül Romeva, eurodiputado de ICV-Verds con responsabilidades en el área de Pesca.

Según ICCAT, la Comisión Internacional para la Conservación del Atún Rojo, la población de esta especie se ha reducido un 74% en los últimos 50 años.

¿Te ha resultado interesante esta noticia?