Este artículo se publicó hace 12 años.
Un cable suelto relativiza al neutrino
El experimento que detectó partículas más veloces que la luz reconoce fallos. Una conexión llevaba años sin revisarse
Los neutrinos que en septiembre firmaron la hazaña de superar la velocidad de la luz vuelven ahora por detalles más prosaicos. Un cable mal conectado pudo ser el culpable de que el experimento italiano OPERA detectase que estas partículas corren 60 nano-segundos más rápido que un rayo de luz, violando así el límite de velocidad cósmico impuesto por Albert Einstein con la teoría de la relatividad. El físico alemán dejó claro que nada puede ser más rápido que la luz. Hacerlo haría plausible un viaje en el tiempo, descubrir dimensiones ocultas y derribar el muro invisible que separa del pasado. Los errores recién admitidos parecen devolverle la razón a Einstein, aunque, por ahora, el caso de los neutrinos desafiantes sigue abierto.
OPERA es como un descomunal carrete de fotos construido a 1.400 metros bajo Tierra. Allí, en el Laboratorio del Gran Sasso, edificado bajo los Apeninos, los científicos se guarecen de las interferencias con toneladas de roca y fotografían a los neutrinos que llegan desde Ginebra, a través de una pista de 730 kilómetros hecha de corteza terrestre.
El cable estaba "en perfecto estado", pero no su conexión
La naturaleza del neutrino, al que apodan la partícula fantasma, juega a favor de los investigadores, ya que es capaz de atravesar la materia sin apenas perturbarla. El punto de salida de los neutrinos es el laboratorio europeo de física de partículas CERN, que fabrica haces de partículas fantasma y las envía a OPERA. Allí se hace el fotofinish y se mide su marca de velocidad.
En septiembre de 2011, un portavoz de OPERA compareció sudoroso ante los mayores sabios de física de partículas del mundo en un gran seminario para confirmar lo imposible: los neutrinos llevaban tres años batiendo a la luz en la carrera. Siempre por la misma marca: 60 nanosegundos. Era un tiempo despreciable en la vida cotidiana de cualquier persona, pero inaceptable para los científicos, que habían confirmado hasta la saciedad que Einstein tenía razón con su límite de velocidad.
Los resultados se enfrentaron a un tsunami de escepticismo. Tenía que haber, decían muchos expertos, un fallo en la máquina y algunos apuntaban al GPS, el sistema de posicionamiento por satélite con el que los científicos de OPERA miden la distancia y el tiempo recorrido por los neutrinos.
Los físicos volverán a realizar el experimento el próximo mayo
Su marca ha seguido vigente hasta hace "unos días". Fue entonces cuando un equipo de físicos italianos detectó dos defectos en el aparato, según explicó este jueves a este diario Lucia Votano, directora del laboratorio Gran Sasso. "Inme-diatamente después del seminario de septiembre hicimos un montón de comprobaciones", explica Votano. Todo parecía estar en orden y las pruebas, repetidas de nuevo tras las revisiones, seguían dando vencedores a los neutrinos.
En diciembre, un grupo del Instituto Nacional de Física Nuclear de Italia, colaborador de OPERA, "insistió en hacer nuevas comprobaciones", relata Votano. Sus pesquisas llegaron hasta una conexión de un cable de fibra óptica que estaba mal ajustado.
Según una nota del CERN publicada este jueves, ese cable llevaba la señal exterior emitida por los satélites GPS hasta el reloj central de OPERA, que mide el tiempo con una precisión de milmillonésimas de segundo. El cable estaba "en perfecto estado", pero no su "conexión", apunta Votano. Si el cable hubiese estado desajustado durante el experimento, algo que aún no está claro, "el error hubiera hecho más corto el tiempo de vuelo del neutrino", explica el CERN, es decir, le hubiera hecho más rápido. Votano no supo especificar cuándo fue la última vez que se revisó esa conexión, pero dijo que sucedió hace "varios años".
Los resultados tendrán que ser confirmados por otros grandes detectores
El CERN informó de otro error en OPERA. En este caso se trata de un "oscilador" que se usa para sincronizar las medidas de los GPS. Este fallo habría aumentado el tiempo de vuelo del neutrino. "Aún se desconoce la magnitud de ambos errores", explicó a este diario James Gillies, portavoz del CERN. Añadió que sólo hay una manera de salir de dudas: realizar nuevos experimentos, algo que está fijado para mayo pero que "podría adelantarse" si así lo decide el CERN.
¿Pecaron los científicos de OPERA de negligencia al no revisar mejor su experimento? "Nadie se hace una revisión en el coche cada mañana aunque la última ITV se la haya hecho hace casi dos años", ilustra José W. F. Valle, investigador del Instituto de Física Corpuscular de Valencia.
El experimento del Gran Sasso no es el único que pasa largas temporadas sin una ITV. Lo mismo sucede con algunos detectores del Gran Colisionador de Hadrones LHC, ubicado en la sede del CERN. "El CMS [uno de esos detectores del LHC] va a cumplir más de dos años antes de que se vuelva a abrir y cuando se haga no se llegará bien a todos los lados", apunta Celso Martínez-Rivero, que trabaja en ese mastodonte de cables imanes de siete pisos de alto que es el CMS.
En OPERA, los expertos han tenido que encontrar el fallo en un detector compuesto por 150.000 ladrillos hechos de material fotográfico y que no fue diseñado para medir la velocidad de los neutrinos, sino sus "oscilaciones" de un estado a otro, detalla Votano.
"Es muy difícil enjuiciar si lo que ven ahora lo deberían haber detectado en sus anteriores comprobaciones", ya que en experimentos tan complejos hay muchos "efectos insidiosos", apunta Juan José Hernández-Rey, coordinador del experimento Multidark.
La misma comunidad científica que recibió los resultados de septiembre con desbordante incredulidad defiende ahora a sus colegas de OPERA. "Actuaron como siempre hacen los científicos, con espíritu crítico", opina W. F. Valle. "Movidos por el entusiasmo" de sus posibles resultados, dice, "quizás se hayan precipitado un poco en hacerlos públicos, pero actuaron con profesionalidad y nos prometen nuevas mediciones para el mes de mayo".
De cualquier forma, el caso de los neutrinos rebeldes no lo cerrará OPERA. Sus resultados tendrán que ser confirmados por otros grandes detectores como MINOS de EEUU o el T2K de Japón. A fin de cuentas, para desbancar a Einstein, cuyo límite de velocidad ha sido confirmado por las mismísimas estrellas, hacen falta muchos neutrinos.
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